Por Pedro Ibañez (INTA)

Agricultores familiares, clave para lograr el hambre cero

En comunicación con Radio Campo, el columnista y comunicador del INTA, Pedro Ibáñez, comentó lo ocurrido en en encuentro organizado por la FAO del que participaron productores de Cañuelas.

Productores de Cañuelas que trabajan en articulación con la agencia San Vicente del INTA AMBA, asistieron al lanzamiento del decenio de la Agricultura Familiar en la sede de la ciudad italiana de Roma de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

Pedro Ibáñez, comunicador del INTA, contó en diálogo con Radio Campo -por Radio Colonia- que en el encuentro, la FAO remarcó que “la agricultura familiar ofrece una oportunidad única para garantizar la seguridad alimentaria, mejorar los medios de vida, gestionar mejor los recursos naturales, proteger el medio ambiente y lograr un desarrollo sostenible, en especial en las zonas rurales”.

En ese sentido, explica que remarcaron que es “gracias a su sabiduría y cuidado de la tierra, que los agricultores familiares son los agentes de cambio que necesitamos para lograr el Hambre Cero, un planeta más equilibrado y resiliente”.

Desde allí, Daniel Bareilles –de la Asociación Productores Familiares (APF) de Cañuelas– aseguró que hubo debates en los que se planteó la importancia del cambio de modelo productivo actual por otro con enfoque agroecológico y el socioeconómico por una economía solidaria. “Reivindicamos el respeto la diversidad de las familias campesinas junto al rescate de saberes, semillas, culturas y el trabajo rural”, expresó.

Por su parte, Leonardo Davies, jefe de la Agencia San Vicente, valoró el esfuerzo de APF en relación al trabajo que realiza junto con los productores de toda la zona de Cañuelas: “Hacen una tarea muy importante por eso es muy grato acompañarlos en muchos proyectos que llevan adelante”.

Bareilles, desde Roma, remarcó que se realizaron muy buenos acuerdos de las organizaciones de campesinos del mundo en defensa de una orientación definitiva de la producción de alimentos sin contaminantes para cuidar la salud del pueblo trabajador mediante circuitos cortos con agregado de valor en origen.

Todo ello, de la mano del incentivo de las economías solidarias, es decir agroecología en todo su contendido: con el cuidado de Pachamama o Madre Tierra, agua, tierra, aire y semillas para las generaciones futuras.

En tanto, en el INTA San Vicente impulsan estrategias para acercar los productos de la agricultura familiar al consumidor con certificación de su inocuidad como un método de inclusión de las familias rurales en una economía de pequeña escala.

La FAO detalló que existen más de 600 millones de explotaciones agrícolas en el mundo y más del 90 % de ellas están gestionadas por una sola persona o familia. En este sentido, José Graziano da Silva –director general del organismo– enfatizó que el decenio de la Agricultura Familiar de la ONU es una “oportunidad extraordinaria” para progresar en la construcción de políticas que permitan el desarrollo de la agricultura familiar y el avance hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.