Ganadería

Aumentar 5 % el índice de destete permitiría duplicar la exportación de carne

En promedio, en la Argentina, un 63 % de las vacas desteta un ternero por año. De acuerdo con el Ministerio de Agroindustria de la Nación, con un buen manejo sanitario y reproductivo del rodeo bovino es posible incrementar la eficiencia productiva en todas las zonas del país...

En promedio, en la Argentina, un 63 % de las vacas desteta un ternero por año. De acuerdo con el Ministerio de Agroindustria de la Nación, con un buen manejo sanitario y reproductivo del rodeo bovino es posible incrementar la eficiencia productiva en todas las zonas del país y duplicar la exportación de carne. Para alcanzar esos resultados, lanzó una campaña público-privada, dirigida a los productores de cría y diagramada según la realidad de cada región.

Amadeo Nicora, presidente del INTA, señaló que “es un momento de gran expectativa para la ganadería argentina y las estrategias para aprovechar esta situación pasan por dos ejes: aumentar el destete de terneros, con la tecnología disponible, y los kilos en la media res faenada”. En este sentido, aseguró que “si se incrementa entre 10 y 12 kilos el peso de los animales en ocho años y se pasa del 63 al 68 % el destete, se podrá más que duplicar la exportación de carne, sin afectar el consumo interno”.

Ese propósito requiere implementar las mejores prácticas desde lo sanitario y lo productivo de la mano de todo el sistema y de sus aportes tecnológicos.

“En materia ganadera, la gran deuda que tenemos es tratar de superar el techo histórico”, expresó Nicora. “En el INTA existen líneas de investigación en sanidad animal, como soporte para las distintas asociaciones de productores e instituciones, y otras vinculadas con el mejoramiento de la competitividad, la calidad de carne y la sostenibilidad de los servicios ambientales para la ganadería”, aseguró.

Nicora: “Si se incrementa entre 10 y 12 kilos el peso de los animales en ocho años y se pasa del 63 al 68 % el destete, se podrá más que duplicar la exportación de carne, sin afectar el consumo interno”.

Aníbal Pordomingo, coordinador nacional de Producción Animal del INTA, analizó comparativamente el porcentaje de procreo de la Argentina: “En otras partes del mundo, en ambientes similares, ese índice supera el 80 % por lo que nuestros valores son bajos”.

Aunque la condición corporal media del rodeo nacional coincide con la necesaria para preñar con éxito al 60 % de las vacas, en el país “por cada 100 animales en un planteo de reproducción –cría– sólo un poco más del 50 % –vacas, toros, vaquillonas– produce un ternero”, expresó.

En esa línea, el especialista del INTA explicó que “la expectativa sería acercarse todo lo posible a un ternero por vaca por año”. Además, planteó que “para aumentar el índice de destete, el primer gran desafío es lograr la mejor alimentación de la vaca durante todo el año”.

La hembra promedio del rodeo de cría argentino es demasiado delgada al momento del servicio, lo cual no condice con una alta fertilidad. “En promedio, 50 kilogramos más de peso vivo de la vaca permitirían aumentar, al menos, 15 puntos el índice de preñez”, precisó.

“Este reto no es simple de abordar porque depende mucho de las capacidades de las empresas de cría para generar más forraje y complementarlo”, destacó Pordomingo. “En algunos casos se trata de implantación de nuevas pasturas, en otros de infraestructura para manejar o administrar mejor el forraje disponible del campo natural o implantado –alambrados, picadas, aguadas, comunicaciones e instalaciones–, o poder diseñar un negocio ganadero que soporte y justifique el salto en inversiones y costos iniciales”, agregó.

Pordomingo: “Para aumentar el índice de destete, el primer gran desafío es lograr la mejor alimentación de la vaca durante todo el año”.

Más eficiencia y productividad

La campaña comunicacional presentada por el Ministerio de Agroindustria de la Nación pone el foco en indicadores de productividad segmentados en las diferentes zonas y tiene por objeto informar acerca del estatus actual y el potencial alcanzable a través de prácticas sencillas de manejo.

“El eje es su carácter federal y colaborativo debido a que cuenta con el apoyo del INTA, el IPCVA, más de 17 asociaciones de cría, colegios veterinarios, entidades gremiales, como así también gobiernos de las distintas provincias del país”, indicó Rodrigo Troncoso, subsecretario de Ganadería de la Nación. “Sabemos que el compromiso de todos es lo que nos va a permitir incrementar nuestros índices productivos y potenciará nuestra calidad carnicera”, consideró.

La campaña está dirigida a los productores de cría de todo el país y diagramada según la realidad productiva de cada una de las zonas. Además, está segmentada por regiones –Cuyo, Patagonia, zona Central, Buenos Aires, NOA y NEA– y con un enfoque por etapas, de manera que se implementen mejores prácticas desde lo sanitario y lo productivo.

De acuerdo con Nicora, “apunta a que toda la cadena, con sus distintos actores, se apropie de la misma, de manera que el productor –a quien va dirigido el mensaje– sienta que existe unidad de criterio y lo estimule a realizar los cambios necesarios y adoptar las tecnologías de distinto tipo que culminen en darle más eficiencia al sistema de cría”.

La campaña presentada por el Ministerio de Agroindustria de la Nación pone el foco en indicadores de productividad segmentados en las diferentes zonas.

Otro de los objetivos es fomentar una red de consulta que instale al veterinario como un referente para el correcto asesoramiento y genere un impacto cualitativo y cuantitativo en el ciclo de cría del ganado bovino.

“El INTA es un actor clave para dar el salto cualitativo que permitirá el aumento cuantitativo de la producción”, destacó el presidente del INTA. “Somos conscientes de que no basta con campañas de difusión, sino que deberemos sumar los aportes tecnológicos, muchos de los cuales ya están disponibles en las distintas unidades de la institución”, dijo.

En este sentido, hay una serie de factores a tener en cuenta como, ordenar el rodeo, realizar tacto, revisar toros, considerar el período de servicio, la oferta forrajera y fundamentalmente, contar con un profesional agropecuario en el equipo de producción para un correcto asesoramiento productivo. “Si no adoptamos tecnología, no podemos incrementar la productividad”, agregó.