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El mercado mundial de granos seguirá volátil hasta que se confirme la producción de Argentina y Brasil

Importantes subas experimentó el Mercado de Chicago en la última semana, luego de la nueva entrada en acción de China, después de los feriados por el año nuevo lunar. En esta etapa del año, se supone que la demanda internacional se vuelca al mercado brasileño, que ya empezó...

Importantes subas experimentó el Mercado de Chicago en la última semana, luego de la nueva entrada en acción de China, después de los feriados por el año nuevo lunar. En esta etapa del año, se supone que la demanda internacional se vuelca al mercado brasileño, que ya empezó a cosechar su soja.

Sin embargo, si bien la trilla está en marcha y hay muchos embarques programados, la demanda está tan firme que las primas FOB sobre ese mercado mejoraron, dejando todavía competitivo a Estados Unidos, que sigue encontrando interés comprador.

A raíz de esto, los fondos de inversión especulativos incrementaron sus posiciones compradas, llevando los precios a niveles que no veíamos desde comienzos de enero.

Por otra parte, la actual firmeza del real frente al dólar fue un condimento alcista adicional para el mercado, restándole competitividad a la mercadería brasileña.

También, para justificar el alza, fue importante el reporte de inspecciones de embarque emitido por el USDA, que se ubicó bastante por encima de las perspectivas más optimistas (entre 0,80 y 1,20 millones) con un volumen inspeccionado que resultó en 1,64 millones de toneladas.

Así, el total de poroto despachado totaliza 40,43 millones de toneladas, ritmo de embarque que supera al año pasado en un 15%.

Por otro lado, el saldo exportable propuesto por la cartera agrícola estadounidense ya se agotó en un 75% en los 5 primeros meses del ciclo comercial y se debiera mantener un ritmo de apenas algo más de 500.000 toneladas semanales para lograrlo, evidentemente dicha estimación resulta insuficiente.

A esto se suman las continuas incertidumbres sobre la producción sudamericana, básicamente Argentina, con sus preocupantes inundaciones que pusieron en jaque a más de un productor, provocando temor en los operadores.

En base a todos estos factores el mercado encontró sostén en sus cotizaciones. Sin embargo, a pesar de esta fuerte recuperación en los precios, al salir el reporte del USDA el día jueves, las cotizaciones tuvieron un leve descanso y corrigieron a la baja.

Según el detalle de los números informados por el USDA, en el caso de la soja, el mercado se había preparado para un reporte moderadamente alcista, lo cual no sucedió.

En el escenario mundial, la reducción de los inventarios finales cae muy cerca de lo anticipado por el mercado. Brasil permanece sin cambios y el USDA es más conservador de lo esperado al reducir la producción de Argentina hacia 55,50 millones de toneladas.

La reacción inmediata fue negativa, pero no es de extrañarse que vuelva a recuperar el mercado hacia territorio positivo puesto que las razones técnicas que han impulsado el rally se siguen manteniendo y el panorama fundamental no es lo suficientemente bajista en este momento como para desatar una ola de ventas por parte de los fondos de inversión.

Para los cereales, los stocks norteamericanos reportados fueron menores al informe de enero, en línea con lo esperado por los operadores.

En el caso de los stocks mundiales, los tres productos sufrieron un recorte respecto al mes anterior y la magnitud de los mismos superó a las expectativas comerciales.

Para Sudamérica, los mayores cambios fueron para Argentina, donde se bajaron las estimaciones para la producción de soja en 1,5 millones de toneladas, aunque el mercado esperaba un recorte mayor que el informado.

En cuanto al maíz argentino, el USDA no modificó su estimación pese a que los operadores esperaban una merma de 0,7 millones de toneladas.

Para Brasil, las estimaciones de soja y maíz no registraron cambios respecto a los datos de enero.

En el caso del trigo, el USDA redujo tanto los stocks finales de EE.UU como los del mundo, incluso más de lo que esperaban los analistas.

En el caso de Estados Unidos se debió a un incremento en las exportaciones, como consecuencia del buen ritmo de negocios que existe hasta el momento.

Mientras que para los inventarios globales, las mermas respondieron al recorte de 4,5 millones de toneladas en las producciones de India, Kazajistán y Ucrania.

Dejando ya de lado el reporte del USDA, a nivel local, la Bolsa de Comercio de Rosario aumentó en 2 millones de toneladas, a 54,50 millones de toneladas, la proyección de producción de soja, diciendo que si bien se sembró menos área, e incluso hay unas 940.000 hectáreas no viables, los rindes podrían andar en los 29,9 quintales por hectárea, compensando el efecto.

Lo concreto es que el mercado seguirá mostrando mucha volatilidad hasta tanto se confirmen los números de producción finales para Brasil y Argentina.

En este momento es fundamental saber cómo seguirá la historia en Estados Unidos, luego que Sudamérica deje de ser factor de mercado, y cual será realmente el área final destinada a soja y maíz. Si se confirma la suba de 800.000 hectáreas de soja en detrimento del área de maíz, y Brasil y Argentina mantienen una buena producción, podremos ver algún ajuste en los precios más adelante.

El único factor de sostén fuerte seguirá siendo el nivel de stocks en Estados Unidos, punto fundamental, ya que si a esta altura tienen comprometido un 75% del saldo exportable, durante el resto del año puede generar cierto temor en los operadores.