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El Senasa trabaja para asegurar la calidad del trigo

La diferencia y el valor agregado está en la calidad del suelo argentino. El Senasa trabaja para asegurar la calidad y la sanidad que caracteriza a nuestros cultivos en todo el mundo.

Un alimento que nunca falta en las mesas de los argentinos es el pan. En el desayuno, en el almuerzo, en la merienda o en la cena, siempre acompaña bien a casi todas las comidas. Para armar una tostada, un sándwich, mojar en la salsa de las pastas o comer incluso como budín.

En la actualidad, hay distintas formas de prepararlos. Incluso existen máquinas domésticas que facilitan su fabricación. Muchos se aventuran y utilizan formas caseras para hacer panes de campo, de hamburguesa o baguettes. Y en lugar, de usar harina de trigo, implementan el uso de harina integral, de almendra, o de centeno.

El pan se obtiene de la harina, es el resultado de moler el grano del cereal, pseudocereal, fruto seco o legumbre. La mayor proporción del consumo argentino de harinas corresponde a la que deriva del trigo. Las provincias que más concentran la producción de harina de trigo son Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa. Su cosecha se realiza entre los meses de diciembre a marzo de cada año, dependiendo del inicio de la fecha de siembra.

En el mercado interno, gran parte de la harina de trigo se utiliza principalmente para elaborar pan tradicional de panadería. El resultado final que vemos en los locales comerciales previamente cuenta con una serie de controles que evalúan y aseguran su calidad. Para consolidar los criterios hay establecidos protocolos fijados en las normativas que establecen como deben regirse los productores.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) trabaja para asegurar la calidad y la sanidad que caracteriza a nuestros cultivos en todo el mundo. No solamente los argentinos disfrutan de los cultivos del suelo argentino, cabe destacar que Brasil continua siendo el principal comprador de harina de trigo, ya que importó un volumen récord de esta producción argentina durante el 2018, con casi 6 millones de toneladas por más de 1.300 millones de dólares.

El Laboratorio Vegetal del Senasa posee reconocimiento por el Ministerio de Agricultura, Pecuária y Abastecimento (MAPA) de Brasil para realizar los análisis de parámetros de calidad en trigo, requeridos para la exportación del producto desde nuestro país a ese destino.

Siempre junto con los productores, el movimiento de la cadena agroalimentaria, respetando la unificación y sistematización de criterios, permite consolidar mercados externos. La calidad de los granos producidos en el país hacen que el pan nuestro de cada día tengan un sabor único e inconfundible deseado por muchos compradores internacionales.