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Importaciones, desarraigo y desconexión: la realidad que padecen los productores de banana de Formosa

El síndico suplente de la Comisión Nacional de Federación Agraria Argentina, Pánfilo Ayala, dialogó con Radio Campo acerca de la situación que atraviesan los productores de Formosa como consecuencia de una crisis que arrastran hace más de 20 años.

En las últimas horas, un pequeño productor de bananas de la provincia de Fromosa mostró un video que en poco tiempo se volvió viral, en el que se ve al ganado comiendo los racimos de bananas de su chacra. Sobre eso dialogó con Radio Campo -por Radio Colonia- el síndico suplente de la comisión nacional de Federación Agraria Argentina, Pánfilo Ayala, que explica que, después de las intensas lluvias que afectaron a Formosa en abril y mayo -y por las que se la declaró en emergencia- el cultivo de bananas está en una situación compleja.

Sin embargo, le parece oportuno remarcar que la verdadera crisis de los productores viene arrastrándose desde hace más de dos décadas. En ese sentido, explica que se vincula con la falta de precio de referencia y la poca demanda de la producción que hizo que este cultivo esté permanentemente en jaque.

En los últimos quince a veinte años, se redujo más de 75% el área de siembra y producción de bananas en la provincia de Formosa, cuenta. Por eso es que, desde hace años, vienen insistiendo en que se debe poner en la agenda pública el problema de esta economía regional pequeña que viene padeciendo muchos problemas.

“Lo que se vio en el video difundido es una realidad a la que lastimosamente nos acostumbramos los pequeños productores, algunos naturalizamos que se pudran en las chacras miles de toneladas de bananas, y los que tienen chanchos o vacas se las dan a los animales”, revela. En realidad, dice, esa es la producción que quieren que se consuma en la mesa de los argentinos. Sin embargo, esto no sucede por la poca demanda que hay y por la “invasiva” llegada de bananas extranjeras, advierte. “Hace años venimos gestionando políticas que nos permitan proteger la producción nacional y sustentar la actividad de muchos pueblos de esta parte del país”, asegura.

De hecho, desde hace dos décadas vienen llevando estos planteos a los funcionarios de estamentos municipales, provinciales y nacionales, con cientos de reuniones buscando medidas de protección y de mercado que les permitan tener una competencia más leal.

Una de las propuestas del sector es que, por ejemplo, en la época de mayor producción local pueda entrar menor cantidad de banana extranjera. Es que, paradójicamente, Argentina es uno de los mayores consumidores de esta fruta, que es la más consumida dentro del país. Pero a pesar de eso, con su 25% de aporte a la oferta del mercado interno, los productores locales quedan fuera, algo que tiene como agravante que se trate de productores que tienen de una a diez hectáreas, es decir, de pequeña escala, y eso empieza a tener graves consecuencias en los pueblos y colonias.

Ayala revela que el hecho de no poder comercializar su producción lleva a que se genere enorme desarraigo, y es una situación que les duele, cuenta, ya que sus hijos, hermanos o nietos tienen la posibilidad de estudiar una carrera terciaria o universitaria en la capital provincial pero eso tiene un costo que, con este contexto, los productores no pueden afrontar. Por ese motivo es que terminan yendo a habitar grandes conurbanos, dice, como Buenos Aires o Rosario, y se dedican a otras cosas.

En la provincia, la conectividad es una enorme limitante hoy, desde lo físico, lo tecnológico y lo virtual, y eso sólo resta, explica. Por ejemplo, tienen muchísimos inconvenientes para transitar los caminos rurales cada vez que llueve, la comunicación telefónica no funciona correctamente y sólo tienen internet en los centros urbanos, por lo que las colonias que están a sólo 20 o 30 kilómetros ya no pueden acceder a la web.