Por Med. Vet. Marcelo Zysman

Pintar a las vacas como cebras, ¿la solución a la picadura de insectos?

Sobre esta novedad que surgió en las últimas semanas dialogó con Palabra de Campo el Médico Veterinario Marcelo Zysman, que destacó que se trata de un estudio publicado por una prestigiosa revista global. Ahora, habrá que ver si se desarrolla un negocio.

Se difundió mucho en los últimos días la noticia de que, mediante un tratamiento especial, se podía pintar a las vacas con rayas blancas y negras, y que eso haría que la incidencia de la picadura de insectos se redujera drásticamente.

Sobre esto dialogó con Palabra de Campo -por Radio 10- el Médico Veterinario Marcelo Zysman, que explica que, en principio, parecía no viable, y automáticamente todos pensaron en que si la cuestión era tener partes blancas, las Holando no serían picadas. Pero no.

El especialista explica que esto se desprende de un estudio hecho por conservacionistas de África, que en un grupo con gente de diferentes países vieron que las cebras, dentro de los equinos, son en general las que menos sufren la incidencia de insectos chupasangre.

Entre ellos están las garrapatas, piojos, mosca mordedora, pulga. Pensaron que esa diferencia se debía a algún factor climatológico, pero lo estudiaron y no era así, por lo que la duda quedó dentro del rubro.

Más tarde, un grupo de investigadores hicieron un muestreo sobre la incidencia que tendría el blanco-negro vertical sobre una vaca respecto de la presencia de algunos insectos. Tomaron así tres vacas, las pintaron como cebras, otras tres de tonos marrones, y otras tres de color negro que las dejaron al natural.

Luego las ubicaron sobre el mismo territorio, con la misma alimentación, y chequeando que sean animales de un peso aproximadamente equivalente. Lo que vieron es que aquellas que tenían rayas blancas y negras recibían menos mordeduras de moscas, un insecto que en Estados Unidos ha llegado a generar pérdidas por 1.000 millones de dólares al año.

Lo que constataron es que a estas vacas no las habían picado, y sí a las demás. La prueba fue finalmente, en ese espacio y con esos animales, concluyente, explica Zysman.

Lo que dedujeron es que se trata de algo vinculado al marco genético, porque la Holando tiene manchas, pero si se modificara genéticamente el linaje para que en lugar de manchas sean barras, ahí estaría el negocio. “El trabajo está hecho por profesionales de una revista muy prestigiosa y suena interesante, habrá que esperar a ver qué novedades tenemos en adelante”, concluyó.