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Productores de Córdoba y San Luis reclaman por altos impuestos que complican la producción

Llamemos a las cosas por su nombre: Al pan, pan y al aumento, aumento. 2018 fue un año duro, durísimo, terrible por donde se lo mire. Pero 2019 comienza y se perfila como un año de oportunidades, un año de elecciones, un año en el que todos debemos ayudar para que el ciudadano llegue a las urnas con la posibilidad de elegir la mejor propuesta, en la persona del mejor candidato, sin engaños, sin mensajes distorsionados, sin mentiras, evitando que vicios de la vieja política vuelvan a colarse impunes, sin distinción de colores partidarios. 

El Gobierno Nacional prometió rebajas impositivas. Hoy estamos padeciendo el escenario conocidamente fracasado de la reinstalación de las retenciones a las exportaciones, mecanismo perverso de recaudación que no discrimina ni diferencia a quien gana de quien pierde, castigando sobremanera a las economías del interior sin contemplación de los resultados productivos. Un escenario demasiado parecido al de un pasado cercano que no deseamos revivir y que debe ser corregido de manera urgente.

Al mismo tiempo, gobiernos provinciales anunciaron ajustes por inflación de sus impuestos territoriales, a los que se agregaron fuertes incrementos de, es justo reconocerlo, retrasadas valuaciones fiscales que terminan generando aumentos de los montos efectivos a abonar, a priori por arriba de lo inicialmente explicado. El mazazo parece venir entonces de la mano de la actualización de las valuaciones fiscales.

Por ello, luego de la teatralización amigable con que fue presentado el Proyecto de Presupuesto, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias Regional Córdoba se opuso firmemente a un aumento que debió haber sido anunciado como un ajuste por variación del tipo de cambio, advirtiendo que la capacidad contributiva de los productores agropecuarios ha llegado al límite de la asfixia y que cualquier nuevo incremento impositivo va en desmedro de la voluntad productiva del sector más dinámico de la economía argentina, aquel al que toda la sociedad apuesta para un necesario milagro económico que ponga de pie a todo el país.

Ante esta situación y en coincidencia con la aparición de los primeros cedulones con un incremento real superior al 90 por ciento como consecuencia de la recategorización de parcelas derivada de la actualización de las Bases Imponibles, el Gobierno de la Provincia de Córdoba, en respuesta a los reclamos de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias Regional Córdoba, se ha comprometido a rever todos aquellos casos de aumentos distorsivos por encima de lo acordado por la Unicameral,  respondiendo así al pedido gremial, en  un año en el que los productores continuamos sin avances en la problemática del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos y  las inclemencias climáticas se presentan nuevamente, inundando a vastas zonas que ya no soportan otro castigo. Las entidades gremiales del campo cordobés actuarán como receptoras de esos reclamos.

Acompañando esa decisión, se reforzó el compromiso gubernamental de avanzar en un sistema de trabajo público-privado para maximizar el uso de los recursos impositivos que aporta el productor, tanto para el funcionamiento de las patrullas rurales, como para las tareas que llevan adelante los consorcios canaleros, los de conservación de suelos y los camineros, para así eficientizar los trabajos de recuperación que lleven soluciones rápidas y sustentables a los problemas derivados de las inundaciones. Estas problemáticas del pasado y del presente, requieren soluciones también urgentes para que no se conviertan en protagonistas que vuelvan a condicionar nuestro futuro.