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Resistencia antimicrobiana: ¿cómo prevenirla?

Cada vez es mayor el número de infecciones como la neumonía, tuberculosis o salmonelosis, cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.

Actualmente, alrededor de 700 mil personas mueren por año en todo el mundo por enfermedades causadas por gérmenes resistentes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La resistencia antimicrobiana (RAM) es un fenómeno que aparece de forma natural con el tiempo y se ve acelerado por el mal uso de los antimicrobianos. Se trata de la capacidad de los microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) para producir mecanismos específicos que les permiten sobrevivir en presencia de sustancias nocivas para su desarrollo (antimicrobianos).

En esos casos, los productos farmacológicos antimicrobianos, entre los cuales se encuentran los antibióticos, pierden su eficacia en el tratamiento de una enfermedad causada por bacterias.

Federico Luna, médico veterinario y director de Productos Veterinarios del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), señaló que “como ejemplos de uso incorrecto, puede mencionarse la administración de antibióticos sin supervisión de un profesional, para tratar infecciones virales como resfríos o gripe, como estimulantes del crecimiento de animales o para prevenir enfermedades en animales sanos”.

Dado que las bacterias están presentes en los animales, las personas y el medio ambiente, la RAM supone una amenaza creciente para la salud pública mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo, y requiere de medidas por parte de todos los sectores del gobierno y la sociedad.

Cada vez es mayor el número de infecciones como neumonía, tuberculosis o salmonelosis, cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.

Sin antimicrobianos eficaces para prevenir y tratar algunas infecciones, las intervenciones como el transplante de órganos y las cirugías como las cesáreas o las prótesis de cadera, pueden convertirse en procedimientos de alto riesgo.

¿Cómo podemos prevenirla?

•Lavarse las manos y mantener conductas de higiene.

•Cocinar suficientemente aquellos alimentos que requieran de cocción.

•Lavar correctamente las frutas y verduras antes de consumirlas.

•No automedicarse y consultar al médico ante la aparición de síntomas para que determine la medicina adecuada en cada caso.

•Consultar con un profesional para que recete los antibióticos para uso tanto en medicina veterinaria como humana a través de un diagnóstico adecuado. Al tomarlos sin prescripción, aceleramos la resistencia a los mismos.

•Seguir las indicaciones para la toma de medicamentos, respetando la cantidad de días, la dosis y la frecuencia indicadas. Es decir, aunque los síntomas disminuyan, no debe suspenderse ni modificarse la modalidad de la toma.

•Visitar regularmente al veterinario para que vacune y desparasite a su mascota, y nunca medicarla sin su indicación.