En plena cosecha y sumado al complicado contexto económico nacional, productores tealeros de Misiones se enfrentan a una difícil situación: no consiguen vender su materia prima. Sucede que el principal mercado para esta cadena, que es Estados Unidos, decidió reducir tanto sus volúmenes de compra como el precio, y eso combinado con un aumento de la cosecha llevó a una sobreoferta que no logra ser colocada.
De todas formas, sostienen que son muchos los factores que les está impidiendo conseguir compradores y la preocupación crece entre los colonos, aseguró el telero Cristian Klingbeil en comunicación telefónica con Misiones Online.
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“Cerraron muchas industrias y con los niveles aceptables de brotación que está teniendo el té hoy hay faltante de lugares de acopio y recepción de la materia prima. Los pocos secaderos que quedan se llenan enseguida”, aseguró Klingbeil quien compartió en sus redes sociales videos de telaros tirando al piso su materia prima ya cosechada.
Cabe recordar que a diferencia de otras plantaciones, el té debe ser cosechado cada tres semanas (como máximo), para obtener el brote y evitar esa hoja madura que no sirve para su comercialización tradicional. Tampoco puede ser estacionado sin antes pasar por el secadero. Por estas cuestiones y al no conseguir venderlas a los secaderos, los productores se están viendo obligados a desechar lo cosechado.
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Klingbeil explicó además que otra de las complicaciones que afecta al sector son los aumentos en los costos de producción a causa de las subas en la energía y en el combustible. “Los costos se nos fueron a las nubes, estamos realmente muy complicados con eso. Si realmente tenemos que sincerar los aumentos y sacar costos nuevamente, dejaríamos de trabajar”, aseguró Klingbeil.
También están teniendo problemas para conseguir chips de madera que son utilizados como biomasa en los secaderos. “No tenemos chip, no hay biomasa para secar el té en la provincia. Los aserraderos también están transitando un momento complicado y no están laburando como deberían laburar. Encima es una época donde muchos paran por vacaciones. No tenemos chips”, indicó.
“A todo esto se suma que no tenemos una cosecha mecanizada y no tenemos una herramienta para controlar la maleza y el glifosato no es un producto aprobado ni en Europa ni en Estados Unidos. Al no tener cosecha mecanizada en esos países no saben si nosotros vamos a poder controlar la maleza y entonces los compradores ya descartan nuestra materia prima”, reveló el productor tealero.