Se estima que cerca del 30% de los perros tiene sobrepeso u obesidad, algo que se ha producido por los cambios en nuestro estilo de vida, donde predomina el abuso de la comida chatarra y el sedentarismo.
“Si al mirarlo por arriba no distinguimos la cintura, al verlo de perfil no apreciamos una forma cónica, es decir, pecho más ancho y abdomen recogido, y si no palpamos las costillas al pasar la mano, entonces puede que el animal padezca sobrepeso”, explica Carlos Alberto Gutiérrez, veterinario experto en nutrición.
Por su parte Jennifer Molina, experta en nutrición animal del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Autónoma de Barcelona, indica que para saber si un animal tiene obesidad, sólo hay que medir el Índice de Condición Corporal (ICC).
“Permite evaluar visualmente y por palpación el nivel de grasa. Se mide en una escala de nueve puntos donde el cinco se considera ideal y el nueve es obesidad”, menciona.
No todo es el estilo de vida
Aunque una mala alimentación y la falta de ejercicio sea la principal razón de la obesidad en perros, hay otros factores que intervienen como son:
- La raza: algunas mascotas tienden a engordar por su mayor proporción del tejido adiposo. Un ejemplo es el perro Beagle, Labrador o Golden Retriever.
- La edad: conforme el animal envejece, la actividad se disminuye fomentando el incremento de peso.
- Sexo: las hembras son más propensas subir de peso debido a que cuentan con más depósitos de grasa.
- Si está castrado o padece enfermedades endocrinas.
No es cuestión estética
Molina detalla que el problema no sólo es estético, ya que también aumenta el riesgo de padecer problemas articulares y óseos debido a la sobrecarga en patas y cadera, enfermedades renales, hepáticas, cardiorespiratorias, diabetes, debilitamiento del sistema inmunológico, desequilibrios hormonales y cáncer de mama en hembras.
“La esperanza de vida de estos animales se reduce hasta dos años”, explica.
Para prevenir estas complicaciones, lo mejor es asegurarse que la mascota tenga un buen peso, pero en caso de que ya tenga obesidad, entonces hay que ayudarlo a revertirlo.
El problema para que los perros bajen de peso es que les es difícil moverse por el esfuerzo que requieren hacer, lo que provoca que entren en un círculo vicioso.
¡A bajar de peso!
Sin embargo, lograr que reduzcan esos kilos extras no es difícil, pues solo se requiere hacer lo siguiente:
- Realizar dos o tres caminatas al día de 20 a 30 a minutos. Con los gatos, hay que estimularlos con juguetes y darles la oportunidad de acceder a lugares altos.
- Controlar la ración diaria de alimentos. “Hay que dejarlo hambreado, pero no muerto de hambre. Dejar el cuenco de comida a libre disposición y rellenarlo cuando se vacía es un error recurrente. Hay que consultar las tablas de ración de los envases”, dice la veterinaria Gemma Baciero.
- Hacer un diario de la cantidad de comida que consumen para que el veterinario diseñe un programa de dieta especializado.
- Limitar el consumo de los premios. “El máximo de premios que se les debe administrar para evitar desequilibrios nutricionales es del 10% de las calorías que consumen al día, por lo que el tipo de extra que escojamos va a tener mucho que ver en la cantidad que les podamos dar”, dice Molina.
- Alimentarlos con frutas y verduras
- Aumentar la cantidad de proteínas y fibra.
“Eso sí, hay que tener en cuenta que un cambio brusco en su dieta puede provocar problemas de salud”, resalta Arija.
Por ello, es primordial que acudas con el veterinario en caso de que tu mascota tenga sobrepeso para que juntos diseñen un plan que ayuda a tu compañero peludo a tener mejor salud.
Recuerda que cuidarlo y asegurarte de que tenga buena salud, también es un gesto de amor.