Con posibilidades infinitas, pero también desafíos, despierta la huerta durante el mes de febrero. Los cuidados específicos son necesarios debido a las altas temperaturas y la escasez de lluvias. En este contexto, te brindamos información sobre qué sembrar y cómo asegurar el éxito de tus cultivos.
Consumidores pagaron casi cuatro veces más de lo que cobraron los productores
Febrero en Argentina se caracteriza por el calor intenso y lluvias ocasionales. "Es un mes delicado por las altas temperaturas, la fuerza del sol y la escasez de lluvia", advierten los expertos. El riego constante es esencial para contrarrestar el estrés calórico y garantizar el desarrollo óptimo de los cultivos.
Cultivos recomendados en verano para una huerta bien variada
Sembrar acelgas y cebollas
Sembra de acelgas, aunque es importante prestar mucha atención al riego diario, el cual sería ideal que fuera por goteo. Para una correcta siembra, esparcir las semillas a 30 - 40 cm y cubrirlas con una fina capa de tierra. La acelga prospera con luz indirecta y el suelo siempre húmedo.
Por otro lado, las cebollas, agradecen el sol y requieren riego hasta que el bulbo crezca. Lo ideal es plantar los bulbos de cebolla espaciados unos 15 cm en los sectores de la huerta en donde haya luz solar. Es muy importante el riego al principio, hasta que el bulbo crezca.
Plantar repollos y coliflores.
En climas más calurosos, conviene plantar repollos al final de febrero y así evitar las temperaturas excesivamente altas que podrían dañar las plántulas. Además, al plantar en esta época, se facilita el trasplante a principios de otoño, lo que promueve una cosecha exitosa en la siguiente primavera. El repollo requiere temperaturas frescas para su desarrollo.
Lo mismo ocurre con la coliflor
Sembrar al final de febrero también facilita el trasplante a principios de otoño, ideal para climas más frescos. Las condiciones ideales para la siembra del coliflor son: un suelo constantemente húmedo pero bien drenado, riego por goteo para evitar que las hojas se pudran, y una exposición al sol o sombra parcial. Es esencial mantener el sustrato húmedo sin encharcar y proporcionar un buen drenaje para evitar problemas de pudrición.
Cultivar espinacas.
Para cultivar espinacas de manera exitosa, selecciona una variedad resistente al calor, sembralas en una zona con sombra y pocas horas de sol directo. Riega con frecuencia para evitar que el suelo se seque por completo. Tras dos meses, podrás recolectar espinacas y disfrutar de su frescura en la mesa.
Febrero marca el inicio de la preparación para el otoño. "Lo que sembremos ahora se refleja en la cosecha de otoño", destacan los agricultores. Además de la atención al riego, es fundamental preparar el suelo con nutrientes esenciales y compost orgánico.