Hace uno años, mientras vivíamos el mundial 2022, en el que la selección argentina ganó su tercera copa del mundo, el campo no fue ajeno. Es que Carlos Faricelli se hizo famoso cuando reunió un grupo de productores, los motivó y sembraron la cara del máximo ídolo del fútbol mundial, Leionel Messi.
Como un grito del gol en el trigo. Como un córner que se lanza desde la punta del surco hacia la otra. Fútbol, cultivo, el hincha, pero también las AgTech, porque a través de esta trascendental idea, una persona pudo demostrar el potencial tecnológico que tiene el campo argentino
La persona en cuestión
Carlos “Charly” Faricelli, es ingeniero agrónomo. Proviene de una familia dedicada al agro. Nació en Río Cuarto, trabaja en una empresa agropecuaria en el sector de marketing. Inquieto, siempre, y creativo, busca cómo comunicar las cosas que suceden en el ámbito rural.
La charla con Faricelli
En una entrevista que le realizaron en el ciclo Tierra de Historias, el agrónomo explicó que
“en la parte agronómica fue básicamente variar la densidad de siembra. Yo lo describo como algo similar a la vieja impresora de tinta, en que la sembradora es la impresora y la tinta son las semillas”.
De esta manera, continuó: “Pero no basta con eso: después hay que esperar que crezca la planta: donde hay más semillas, hay más maíz, entonces se ve menos el suelo y el verde será más intenso. Ahí es lo que corresponde a la semilla. Pero después en la nutrición, hubo varios productores que hicieron un refuerzo de la “tinta” con el cultivo ya un poquito más grande: utilizaron la misma prescripción y pusieron, por ejemplo, más urea dentro de la cara y menos urea fuera de la cara. Hoy la tecnología permite ajustar la fertilización hasta planta por planta”.
Y así fue que desarrollaron la cara de Lio, entre los cultivos. Trascendió en todo el mundo la obra inédita.
Por otra parte, respecto a la puesta técnica en pos de la comunicación, utilizando las AgTech, Charly manifiesta desea que levante “la vara de cómo comunicar, o si tenemos necesidad de llegar a otro público o tal vez transmitir otras cuestiones, sentarnos a pensar cómo podemos hacerlo. Entonces, creo que esto es un antes y un después, primero en relación a las barreras que podemos romper en el agro; y segundo, en la posibilidad de tomarnos un minuto para ser creativos”.
“Yo veo mucha ganancia de tiempo, se solucionan muchas cuestiones de planificación. Y si vas a lo económico, si vamos a un campo y hablamos burdamente por ejemplo de lomas y bajos, con siembra y fertilización variable vas a estar invirtiendo menos en semillas o fertilizantes en una zona del campo, pero más en otra donde te lo va a repagar con creces”, manifiesta, con absoluta seguridad.
Charly nos dice que la tierra también es un campo de significantes y significados si lo vemos desde el aire. Que comunica. Los productores, no ignoran la idea primigenia que tuvo Carlos. Todo dependerá de un futuro, en el que si o si, las tecnologías ya nos atravesaron y hay que usarlas para diferentes fines.