La BCCBA publicó el informe de mercados agrícolas correspondiente al mes en curso:
CONTEXTO INTERNACIONAL
La inflación interanual en Estados Unidos en enero alcanzó el 3,1%, mostrando una desaceleración respecto a diciembre (3,4%). Sin embargo, el nivel observado fue mayor al que preveían gran parte de las estimaciones de mercado, cuyo nivel oscilaba en torno al 2,9%. Incorporando al análisis la serie de inflación que excluye de su cálculo a los alimentos y la energía se observa un valor interanual del 3,9%, no exhibiendo variación alguna respecto a diciembre. Mientras tanto, el mercado laboral estadounidense se muestra sólido, creando nuevos puestos de trabajo durante enero y manteniendo una tasa de desempleo alrededor del 3,7%.
La política monetaria contractiva aplicada por la Reserva Federal ha dado resultados, aunque aún queda camino por recorrer hasta llegar al objetivo del 2% interanual. Vendría acompañado por recortes en la tasa de referencia durante este año, los cuales no ocurrirían con la rapidez que esperaba el mercado, considerando la solidez que muestran el mercado laboral y la macroeconomía estadounidense. Esto último, da lugar a los hacedores de política monetaria a continuar con su postura de cautela para llevar a cabo recortes. Por lo cual, es probable que en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de los Estados Unidos, a llevarse a cabo el 20 de febrero, se sostengan los tipos de interés en los niveles actuales (5,5%), al menos hasta mayo cuando se reúna nuevamente el comité. De concretarse los mismos, el dólar se vería menos fuerte y, por ende, una mayor liquidez podría volcarse a los mercados de commodities dotándolos de mayor profundidad y presionando a la suba de los precios.
Los analistas del Departamento de Economía de la Bolsa de Cereales de Córdoba detallaron la situación económica de la soja y del maíz:
SOJA
La cosecha de soja en Brasil presenta un avance del 29,5% sobre las 45 millones de hectáreas destinadas al cultivo. Según la Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB) la producción alcanzaría los 149,4 millones de toneladas en esta campaña 2023/24, ajustando en un 3,8% el volumen estimado respecto al relevamiento de enero (155,2 Mt) y, en comparación al ciclo previo, la producción disminuiría un 3,4% respecto el récord histórico de 154,6 millones de toneladas. Mientras que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), en su última publicación del informe mundial de estimaciones de oferta y demanda (WASDE) correspondiente a febrero, estimó una producción que rondaría los 156 millones de toneladas, reduciendo en un 0,64% su estimación de enero (157 Mt). De cualquier manera, ambas estimaciones se encuentran en niveles elevados y por encima de lo esperado.
Por su parte, en Argentina prácticamente han finalizado las labores de siembra en 17 millones de hectáreas estimadas. En cuanto a la producción, se vería una recuperación respecto a la campaña pasada. Sin embargo, las estimaciones de un volumen que en promedio rondaría los 50 millones de toneladas, podrían verse ajustadas a la baja como consecuencia de la reciente ola de calor y la falta de precipitaciones. Un suceso positivo fueron las lluvias ocurridas durante la última semana sobre las principales zonas agrícolas del país, las cuales mejoraron las condiciones hídricas y del cultivo. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires al 14 de febrero, un 81% de la soja se encuentra en condiciones normales a buenas (durante la campaña pasada este porcentaje se ubicaba en el 47%). Mientras que el 73% de los lotes presentan una condición hídrica entre adecuada a óptima (en comparación al 32% observado durante el ciclo 2022/23).
La oferta sudamericana de soja durante esta campaña, si bien menor a la esperada, sería récord. En conjunto los principales países productores del Mercosur obtendrían una producción que alcanzaría los 216 millones de toneladas (23,4 Mt adicionales al ciclo previo).
La dinámica actual del mercado en soja pareciera descontar un escenario en el cual la oferta sudamericana no presentaría inconvenientes llegado el momento de abastecer a la demanda, cuya intensidad sería menor en comparación a ciclos previos.
Incorporando al análisis el aumento en los stocks finales de soja estadounidenses para el presente ciclo, posicionándose en 8,6 millones de toneladas (+12,5% respecto enero), más la baja en aproximadamente un 2% de sus exportaciones, dan como resultado una relación stock/uso del 7,6% (+13,4 respecto enero y +24% intercampaña). Este último dato, brinda cierta “tranquilidad” en Chicago mientras se aguarda por la cosecha sudamericana, lo cual se ve reflejado en las posiciones vendedoras netas por parte de los fondos especulativos acompañado por un interés abierto al alza, caracterizando a un mercado débil con una fuerte tendencia bajista. En este contexto, la cotización promedio de la soja en Chicago durante el mes de febrero se posiciona en torno a los USD 435 Tn, nivel similar al observado durante finales del año 2020.
MAÍZ
Para esta campaña 2023/24, la CONAB estima una disminución en el área a sembrar (1,8 millones de hectáreas respecto el ciclo previo) y en la producción brasileña de maíz, la cual rondaría en 113,7 millones de toneladas (14% menos respecto 22/23). Del volumen total estimado, un 80% está compuesto por el maíz safrinha, el cual sale al mercado junto con la producción tardía de Argentina. El área destinada al mismo, se prevé que disminuya en 1,3 millones de hectáreas, alcanzando para este ciclo los 15,8 millones de hectáreas. Dicha disminución se debe en parte a la gran cosecha previa, la cual disminuye el precio en términos relativos del cereal respecto a otros cultivos como puede ser la soja, dentro de las fronteras brasileñas. Por otro lado, “El Niño” en Brasil trae consigo menores precipitaciones y elevadas temperaturas y, considerando que el maíz se siembra “a la par” de la cosecha de soja, retrasos en la siembra de la oleaginosa (como ha ocurrido en algunos estados durante esta campaña) desplaza en el tiempo la siembra del cereal, afectando su rendimiento potencial.
A la fecha se observa un avance de siembra sobre el 45% del área, porcentaje que se ubica por encima de lo observado durante la campaña 2022/23 para esta misma fecha (33%), consecuencia de la aceleración en el ciclo de la soja. Si bien la producción brasileña de maíz sería menor, al momento, las estimaciones la ubican como la segunda de mayor volumen a nivel histórico.
En Argentina, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación prácticamente han finalizado las labores de siembra. Las estimaciones previas a la reciente ola de calor y a la ausencia de precipitaciones preveían una campaña récord en torno a 57,7 millones de toneladas, la cual probablemente sea ajustada a la baja. Sin embargo, luego de las favorables lluvias, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que, al 14 de febrero, un 56% del maíz se encuentra en condiciones normales y un 27% en la categoría de excelente a buena (durante la campaña pasada los mismos eran del 44% y 11%, respectivamente). Mientras que el 74% de los lotes presentan una condición hídrica entre adecuada a óptima (en comparación al 45% observado durante el ciclo 2022/23).
El desarrollo de las labores de siembra del maíz zafriña en Brasil junto a su mercado climático posterior, como así también las definiciones sobre la producción de Argentina, serán indicadores importantes al momento de analizar el comportamiento futuro de los precios. Mientras tanto, con cosecha récord estadounidense acompañado por una relación stock/uso del 15% (superior al 10% de la campaña previa y ubicándose por encima del promedio de las últimas campañas), el hemisferio norte espera con cierta “comodidad” las definiciones de Sudamérica, lo cual se observa en el comportamiento de los fondos especulativos que han incrementado sus posiciones vendidas. En cuanto a la cotización del cereal durante el transcurso de febrero, en promedio, se comercializó la tonelada de maíz en torno a los USD 170 en Chicago, niveles que se retrotraen a los observados a finales del año 2020.