El feroz aumento en los precios del morrón, el tomate y otras hortalizas, en Corrientes y el resto del país, no encuentra una explicación única entre productores y verduleros. Mientras la fruta supera los $3.000 por kilo, el pimiento en su variedad roja ya se ofrece hasta por $6.000 en supermercados. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) se refirió sobre el tema.
Algunos se lo atribuyen a una cuestión estacional, es decir por el inicio del frío. Otros afirman que el encarecimiento del flete está estrictamente relacionado. Y una de las versiones que más fuerza tomó en los últimos días tiene que ver con el virus rugoso, una virosis que afecta a las plantaciones de tomate y morrones. Según productores de la zona del Río Santa Lucía, consultados por época, el avance de la enfermedad hizo disminuir el volumen de producción total en la provincia.
Corrientes y pocos tomates
Al respecto se refirió el referente programático de Protección Vegetal del Centro Regional Corrientes-Misiones del SENASA, Alejandro Spengler, quien aseguró que la provincia cuenta con una abultada producción de pimientos en contraste con el tomate que sí bajó su volumen.
Spengler confirmó que las últimas muestras sospechosas del virus, tomadas hacia fines de abril en Bella Vista y Lavalle, dieron por resultado negativo. "Lo único que notamos fue un cambio en la producción local. Hoy por hoy nos encontramos con más pimiento que tomate. Esto principalmente responde a que las últimas tormentas en la zona de Bella Vista, Lavalle y Santa Lucía hicieron estragos en los tendales donde se cultivaba la fruta", relató. A la vez que recordó que en noviembre del año pasado fue la última vez que se detectó un caso positivo en Lavalle. De todas formas, los monitoreos continuarán hasta julio ya que este es el tiempo de las primeras cosechas. Una época donde mejor se pueden evidenciar los síntomas sospechosos que luego son enviados al laboratorio situado en la localidad de Martínez, en San Isidro (provincia de Buenos Aires).
Además dijo que los materiales de propagación deben ser certificados por el SENASA, es decir que las semillas identificadas como libres del virus del tomate . También que el uso de las herramientas e indumentaria en cada tendal sea de uso exclusivo porque el virus es extremadamente contagioso. "Los productores se acostumbraron a convivir con el virus y estas medidas de bioseguridad", aseguró.
El referente del organismo nacional recordó que, ante un caso sospechoso, los productores pueden acercarse hasta las oficinas del SENASA en Bella Vista (Catamarca 961) y Santa Lucia (República del Libano S/Nº). O bien comunicarse a través del número de teléfono: +54-1135-859-810. Como también el correo electrónico: [email protected]. Para más información está disponible la página argentina.gob.ar/senasa/virus-rugoso-del-tomate.