La “Chica del Brunch” volvió a las rutas y esta vez visitó un pintoresco y casi olvidado pueblo de Gándara, donde relata cómo una pareja decidió darle vida a una pulpería en un “pueblo totalmente abandonado” y supo devolverle brillo a este rincón del partido de Chascomús.
El pueblo olvidado: la historia de Gándara
Ubicado en el partido de Chascomús, Gándara es ahora un pueblo de solo 15 familias. Se trata de un paraje antiguo que prosperó gracias a una empresa de lácteos, pero luego cayó en el olvido y la compañía fue vendida a la italiana Parmalat. “Los empleados se tuvieron que ir y se convirtió casi en un pueblo fantasma”, cuenta la Chica del Brunch en su publicación de Instagram y agrega que “por suerte llegó Vicki y Seba y construyeron la pulpería”.
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La Experiencia en la Pulpería
Según se puede notar en la publicación del “La chica del Brunch”, visitar la pulpería es una invitación a un ambiente nostálgico y auténtico en medio de un pueblo rural donde los visitantes pueden sumergirse en la historia local.
La pareja que revitalizó la pulpería tiene grandes expectativas para el futuro. La influencer comenta que podrían usar parte de la antigua empresa láctea como comedor, lo que permitiría expandir aún más la oferta gastronómica y atraer a más visitantes.
Historia de Gándara
Durante varias décadas, Gándara fue un paraje especial gracias a la empresa láctea “Gándara”. La producción y el movimiento de personas hacían del lugar un sitio próspero. Decenas de familias vivían allí, y cientos de personas llegaban a diario para trabajar, comerciar o simplemente visitar.
El cierre de la fábrica en 2003 marcó el inicio de una decadencia en la actividad social y económica del pueblo, reduciendo su población. La falta de trabajo y oportunidades comerciales provocó que muchos pobladores abandonaran el lugar. Solo quedaron en funcionamiento la estación de trenes, la Escuela N° 21 "25 de mayo" y algunas viviendas.
Hoy, Gándara supo encontrar una nueva vida como paraje turístico, especialmente popular entre los ciclistas que llegan desde Chascomús. Además de las visitas guiadas que permiten descubrir la historia detrás de la fábrica, el convento, la pulpería y la estación de trenes.