Un ejercicio de simulación realizado por el Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), que pertenece a la Fundación Mediterránea, estimó que, con una mayor rotación, la producción nacional de maíz podría crecer hasta en 25 millones de toneladas.
Concretamente, logrando que el maíz participe con un 30 por ciento de las siembras estivales, la cosecha podría incrementarse en torno al 70 por ciento, calcularon los investigadores Juan Manuel Garzón y Valentina Rossetti.
Diagnóstico
Estas estimaciones están incluidas dentro de un informe sobre "el mercado de maíz grano"; es decir, el que se destina al circuito comercial; que analiza cifras de este cultivo entre las campañas 2012/13 y 2014/15, en base a datos oficiales del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
En este marco, las proyecciones parten sobre la base de que, en estos ciclos, el maíz significó el 21 por ciento de las 29 millones de hectáreas con las que cuenta el país, con buenas condiciones para ser sembradas con cultivos extensivos estivales; la superficie restante estuvo implantada con soja (69%), girasol (5,1%), sorgo (3,5%) y maní (1,5%).
De ese total, sólo se cosechó y se comercializó tanto en el mercado interno como externo entre 75 y 80 por ciento del maíz; el resto, se supone que tiene uso forrajero. Es decir, que del total de la superficie implantada, el cereal con destino comercial en realidad representa el 16,5 por ciento.
En total, en estas campañas la producción maicera rondó las 33 millones de toneladas, teniendo en cuenta un rinde promedio de 69,2 quintales por hectárea, con una siembra promedio de 4,8 millones de hectáreas del denominado "maíz grano".
Proyecciones
A partir de este diagnóstico, Garzón y Rossetti se preguntan qué pasaría si la cantidad de hectáreas asignadas a "maíz grano" se incrementara hasta el 30 por ciento de la superficie total implantada en el país, lo que significaría también darle más sustentabilidad a los suelos.
Se presume, además, que este incremento de área se daría en las zonas productivas más marginales, por lo cual se proyectan tres escenarios, suponiendo rindes al 90, 80 y 70 por ciento del promedio mencionado.
Así, en el mejor escenario, el maíz sumaría 25,4 millones de toneladas más a las 33 millones de las campañas analizadas; y, en el peor, 19,7 millones de toneladas más.
En el escenario intermedio, el cereal adicionaría 22,6 millones de toneladas, aumentando 68 por ciento la producción argentina y llevándola por encima de las 55 millones de toneladas.