La agroindustria nacional es el sector que mayor trabajo genera en nuestro país. En este sentido, Adrián Gutiérrez Cabello, especialista en estudios de economía regional y sectorial, diseño y análisis de matriz insumo producto, complejos productivos y estimación de impactos socioeconómicos, de la Universidad Nacional de San Martín, elaboró un cuantioso informe sobre el tema.
“El sector agroindustrial es uno de los pilares económicos y sociales de la Argentina, a partir del aporte a la creación de puestos de trabajo, al desarrollo de localidades en todo el país y generación de valor agregado y divisas, siendo también significativo su aporte a los ingresos tributarios del país”, remarca Gutiérrez Cabello.
En tanto, manifiesta que “la reimplementación desde hace más de dos décadas de los Derechos de Exportación, exceptuando el período enero 2016 - julio 2018 que se eliminaron, medida que no incluyó a la soja y subproductos, pero si una reducción gradual, genera distorsiones que afectan a la competitividad del sector”.
“La cadena productiva que se inicia en el trigo y termina en la elaboración de una variedad de productos farináceos tiene un significativo potencial de crecimiento, la disponibilidad del cereal, tanto en cantidad como en calidad podría transformarse en pilares del desarrollo económico del país”, vislumbra el especialista
Agroindustria: mayor recaudación fiscal
Y agrega que “el incremento en la generación de valor agregado tiene múltiples efectos, que van desde mayores niveles de empleo, desarrollo empresario y una mayor recaudación fiscal.”. El punto central.
“De este modo,- indica el especialista- se podrá estimar como la eliminación total o parcial de los Derechos de Exportación permitirá ganar competitividad a la agroindustria, y las mayores ventas al exterior con la consiguiente suba de la actividad económica podrá suplir la menor recaudación por el tributo a las ventas al exterior.”
Harina de trigo en la agroindustria
En este sentido expresa que “la elaboración de harina de trigo el período 2014-2023 se pueden observar dos etapas claramente diferenciadas, la primera que abarca hasta el año 2018 y la segunda 2019-2023. En el primer lustro la molienda está estancada con un promedio de 4,14 millones de toneladas, en tanto que en el segundo lustro crece a una media anual de 4,48 millones de toneladas, lo cual supone un crecimiento del 8,3%.”
“Es importante resaltar que a partir del año 2019 se intensificaron los controles, para eliminar la evasión mediante la subdeclaración de la molienda realizada, entre los años 2018 y 2019 la producción de harina creció el 9,7% alcanzando las 4,46 millones de toneladas, lo cual implica una molienda de trigo estimada en 5,95 millones de toneladas, 395 mil toneladas más que el año anterior”, añade Gutiérrez.
De todos modos, considera en su estudio que “el mayor volumen de producción se registró en el año 2023 con 4,69 millones de toneladas, equivalentes a 6,16 millones de toneladas de trigo. Si se compara con el nivel más bajo que fue en el 2018, representa un crecimiento del 14%, que en volumen representa 554,4 mil toneladas de harina o un incremento en la molienda de trigo de 739,2 mil toneladas.”
“Con referencia a la exportación de harina de trigo considerando el periodo analizado del 2014 a 2023, hasta diciembre de 2015 pagó en concepto de Derechos de Exportación una alícuota del 13%, a partir de enero de 2016 fueron eliminadas y en agosto de 2018 fueron reimpuestas con una alícuota de tres pesos por dólar medida que se mantuvo hasta diciembre de 2019, momento en el cual se pasó al 9% sobre el valor FOB”, finaliza en su jugoso informe que dejamos a continuación.