Diversificar los cultivos es una gran puerta para que el negocio agricultor sea sustentable y de un agregado valor. Así lo confirman desde Aapresid. Uno de los puntos, también, es que no se pierda la rentabilidad.
En este sentido. desde la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) presentaron tres ejemplos de productores socios de la entidad que, contra todo pronóstico, dieron el paso hacia delante y agradaron su mundo de cultivos no sostenibles.
Es que, como ya lo sabemos, a nivel mundial y local, las demandas de los consumidores son cada vez más elevadas y diversificar ya es una variable con fuerza para la sostenibilidad y el éxito en la agricultura.
Aapresid y el caso de las ciruelas
Uno de los primeros casos que exhibieron desde Aapresid se vincula al negocio de ciruelas en Mendoza, que se consolidó en el ámbito doméstico en el presente y, abastecen mercados internacionales.
En esta línea, Ricardo Mazza, quien es parte de la regional cordobesa Justiniano Posse de Aapresid, dio los primeros pasos en la producción de ciruela en una chacra mendocina de 20 hectáreas. Durante este momento y junto a su hijo José, la iniciativa llegó a 200 hectáreas distribuidas en cuatro chacras y exportan bajo la marca Cirexa.
Es que, adaptarse tecnológicamente y vincularse con la innovación fueron puntos claves para alcanzar el éxito. Todo esto incluye implementar sistemas de riego por goteo, protección contra heladas y mecanización de la cosecha; así como la inversión en máquinas para transformar las ciruelas frescas en pasas, y un laboratorio de calidad.
De esta manera, producir ciruelas los llevó a diversificar sus trabajos y generar un amplio espacio dentro del mapa agroindustrial.
El garbanzo, una gran alternativa que recomiendan desde Aapresid
Por otra parte, en provincias como Córdoba, Salta y Tucumán, toma posición la siembra de garbanzo. Es una alternativa rentable en cuanto al periodo invernal. Además, es buen precedente para la siembra del maíz.
En este sentido, Ariel Masgrau -un productor socio de Aapresid de Montecristo, en Córdoba- trabaja en pequeñas superficies con esta legumbre y cuanta con una planta de procesamiento que le permite exportar a más de 30 países.
Desde Apresid indicaron que “el éxito de este cultivo se debe en gran medida al manejo adecuado de las condiciones de siembra y al enfoque en la calidad del grano, factores clave que han sabido resolver para acceder a mercados internacionales”.
Mediante esta técnica, lograron mejores cultivos, cosechas y procesamientos. Aseguran la mejor calidad posible.
Además, aumentaron los rindes y abrieron nuevas oportunidades de mercado.
El caso del aceite de oliva
En la parte final hacen referencia a los hermanos Horacio y Luis Peroni quienes llevan adelante un proyecto en San Juan en el que decidieron dar un salto más allá de la ganadería para diversificar sus trabajos. Ahora hacen aceite de oliva virgen extra.
La historia es que, en conjunto con otras dos familias, los hermanos socios de Aapresid de la Regional cordobesa de Los Surgentes-Inriville, fundaron la empresa Olivaterra S.A. Ahí combinan sus conocimientos y recursos. Aprovechan al máximo el potencial de la región y se posicionan con su producción en los mercados externos.