El arroz nacional es reconocido mundialmente. Un reciente trabajo de investigación del INTA Concepción del Uruguay -Entre Ríos- “permitió que, en los últimos 15 años, los rendimientos aumenten y que la calidad mejore. Un reciente estudio determinó que la investigación y el desarrollo de tecnología generó un impacto económico que asciende a US$1926 millones”, consignan desde la entidad.
En este sentido, afirman que “el arroz, además de ser el tercer cereal más sembrado y el de mayor consumo humano en el mundo, es una de las especies vegetales más estudiadas por ser una planta con genoma pequeño y simple, de hecho, fue la primera especie cultivada de la cual se describió la secuencia completa del genoma -publicado en 2001-. En este sentido, desde hace más de 30 años el Programa de Mejoramiento Genético de Arroz del INTA se enfoca en la obtención de nuevas variedades y en el desarrollo de tecnologías que mejoren la producción.”
Sobre nuestro arroz
“A finales de la década de los ochenta, el programa readecuó sus objetivos hacia variedades con buen rendimiento y con buena calidad culinaria e industrial. En ese momento, el escenario se caracterizaba por el uso predominante de genética extranjera: variedades con alto potencial de rendimiento agrícola, pero con deficiencias en la calidad del grano”, añadieron.
Especilista del INTA respecto al arroz argentino
"Esta limitación impedía al arroz argentino competir y acceder a mercados de alto valor", expuso José Colazo -investigador del INTA Concepción del Uruguay- quien recordó que, en cuanto a lo productivo, no existía una herramienta selectiva para controlar la principal maleza del cultivo, el arroz rojo.
Asimismo, Colazo dijo: "Una vez que esta maleza invadía un lote, resultaba muy difícil erradicarla, lo que generaba pérdidas significativas en el rendimiento". Y agregó: "Frente a esta situación, el programa planteó una estrategia orientada al desarrollo de variedades nacionales con un alto potencial de rendimiento, resistencia a herbicida y una excelente calidad de grano, lo que diferenciaría al arroz argentino a nivel mundial".
“El desarrollo de cada una de las 10 variedades le permitió al programa de mejoramiento genético y al INTA ganar confianza -de que iban por buen camino- y ganar socios para llegar a nuevos mercados. Fue así que, en la actualidad, el cereal argentino llega a países de Latinoamérica, Europa y Asia”, agregan desde el INTA.
“Desde 2004, se registraron seis variedades de arroz tipo grano largo fino: Camba INTA PROARROZ, PUITA INTA CL, GURI INTA CL, ÑU POTY INTA CL, MEMBY PORA, y ANGIRU INTA CL. Además, también hemos registrado una variedad tipo doble carolina, KIRA INTA”, indican desde le entidad estatal.
"Actualmente, estamos en proceso de inscribir un cultivar tipo largo fino aromático (INTAMati), uno arbóreo (ArborINTA) destinado a la cocina mediterránea, y un cultivar corto japonés (KoshINTA), diseñado para platos orientales como el sushi", finalizó Colazo.