De la causa Vicentín se desprende lo siguiente: durante casi un año, más de 694 millones de dólares en el mercado financiero, porque no liquidó al Banco Central las divisas que venían de las exportaciones de granos que hacía Vicentín, que, hasta ese momento, era operada a fasón por la firma Díaz y Forti que pertenece a este holding.
En tanto, el juez federal Carlos Vera Barros, en ese periodo había impuesto una multa de 4 millones de dólares para la compañía, un monto que parecía “irrazonable, desproporcionado, ínfimo y meramente simbólico”, según la Fiscalía federal, por la cantidad de dinero que estaba en juego.
"Ahora la Cámara de Apelaciones de Rosario —con los votos de Fernando Barbará y Aníbal Pineda— estableció que Díaz y Forti tendrá que pagar una sanción de 186.254.714 dólares", consignan desde el portal Aire Digital de Santa Fe.
Pero lo que más llama la atención, respecto al fallo, "es que en la causa la propia empresa admite que no liquidó los dólares y que fueron ingresados por canales alternativos, específicamente por la compra de activos de cotización nacional en dólares y su liquidación en pesos en bancos locales”.
"Es decir, en medio de una alta volatilidad de dólar blue y contado con liquidación Díaz y Forti, cuya defensa hasta diciembre de 2023 estaba en manos del actual ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, movió durante caso un año 694 millones de dólares con total libertad, y luego tuvo que pagar una multa de solo 4 millones de dólares", suman.
“El resto de las empresas competidoras tenían solo 16 días para liquidar las divisas en concepto de exportaciones. Por eso, en el sector agroexportador siempre sospecharon que estas operaciones tenían el aval de por lo menos un sector del gobierno del entonces presidente Alberto Fernández. El rumor que siempre circuló en el mercado de granos era que este grupo tenía aceitados contactos con Sergio Mazza”, indica el periodista Hernán de los Santos.
Y suma: “La defensa de Díaz y Forti planteó en la causa, según refleja el expediente, que “no existió un desvío de fondos con fines especulativos o con ánimo de lucro, sino que la alternativa era solicitar la convocatoria de acreedores -con el agravante de que el poder judicial había suspendido su actividad con motivo de la pandemia- o la disolución y liquidación de la sociedad. Indicaron que liquidar el contravalor de las operaciones de exportación en el mercado único de cambio hubiera significado la definitiva e irreversible cesación de pagos de la empresa”.
Vicentín: ¿cuál era la empresa que operaba este grupo?
Respecto al plan maestro del grupo Olio quería quedarse con la agroexportadora que entró "en default en diciembre de 2019 con un pasivo de 350 millones de dólares, pero que estaba dentro de las cinco empresas más grandes del país".
"No tenían espaldas, ni el dinero necesario para meterse en las grandes ligas del negocio de la exportación de granos. Argentina tiene esas particularidades, con una economía adulterada por la crisis permanente de divisas, que definen que muchas veces no se necesita plata para hacer negocios", revelan desde el portal santafesino.
Es que la historia de este grupo que prácticamente desapareció muestra un insólito derrotero. Durante agosto 2019, cuatro meses antes de empezar a operar Vicentín, "Olio hizo una fuerte puesta en escena en Oro Verde, Entre Ríos, donde anunció la compra del frigorífico Alberdi de la mano del principal accionista Luis Lequio", expresan.
Es que el objetivo principal era aumentar las exportaciones de carne a China a partir "con oficinas en Puerto Norte, en Rosario, había adquirido el 70,23 % de Carnes del Interior, ubicado en la ruta 12, en Aldea María Luisa, Entre Ríos, que manejaba Tierra Greda Alimentos, firma del exlegislador radical Atilio Benedetti. Esa compañía, según un informe de auditoría, tenía un pasivo de más de 88 millones de pesos", finalizan.