
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) dio un gran paso en el mejoramiento de los árboles al incorporar la selección genómica, una herramienta innovadora que acelera el proceso de mejora genética y promete hacer la producción forestal más eficiente. Este avance se logró gracias al trabajo conjunto con el Conicet, Embrapa de Brasil y UPM-Forestal Oriental de Uruguay, y está permitiendo predecir el rendimiento de los árboles sin tener que esperar años de observación en el campo.
Tradicionalmente, el mejoramiento forestal fue un proceso largo y costoso, ya que los científicos debían esperar mucho tiempo para ver cómo crecían los árboles y qué tan buena era la calidad de su madera. Pero con la selección genómica, que usa información genética para predecir cómo se comportarán los árboles, todo este proceso puede acelerarse. Un reciente estudio, publicado en la revista Frontiers in Plant Science, mostró que esta herramienta permite una selección más precisa y rápida, al analizar varias generaciones de Eucalyptus grandis y comparar las predicciones genómicas con los resultados reales obtenidos en el campo.
Según Eduardo Cappa, investigador del INTA y del Conicet, la selección genómica es mucho más rápida que los métodos tradicionales. “En lugar de esperar años para ver los resultados, usamos el ADN para predecir cómo se van a comportar los árboles, lo que hace el proceso mucho más eficiente”, explicó Cappa. Gracias a esta innovación, se puede elegir con mayor precisión a los mejores árboles para mejorar características como la densidad de la madera y el rendimiento pulpable. Aunque el crecimiento en volumen sigue siendo algo difícil de predecir, el avance es significativo.
Lo más interesante es que, cuando los modelos genómicos se entrenan con la información de árboles cercanamente relacionados con los que se van a seleccionar, las predicciones se vuelven mucho más precisas. Este hallazgo podría ser clave para aplicar la selección genómica de manera masiva y exitosa en los programas de mejoramiento forestal.
Este tipo de avances no solo ayudan a reducir los costos y el tiempo de las evaluaciones, sino que también permiten seleccionar árboles superiores con mayor certeza. Con esto, se optimiza la producción de madera y otros productos derivados, mientras se contribuye a la sostenibilidad de los bosques plantados, promoviendo una manera más responsable y eficiente de manejar los recursos forestales.