Agricultura

La importancia de un sistema intensificado y diverso para mejorar la fertilidad del suelo

Un estudio del INTA arroja que rotar cultivos mejora la calidad del suelo en cuanto a nutrientes. En la investigación determinaron que es importante conocer las magnitudes en los cambios que imponen las diferentes estrategias de manejo.

Un estudio del INTA reveló la importancia de un sistema intensificado y diverso para mejorar la calidad del suelo,

En este sentido, Carolina Sasal, coordinadora del Programa Nacional de Recursos Naturales del INTA, señaló: “El sector agropecuario afronta el desafío de incrementar su productividad y competitividad, cuidando recursos como el suelo”; y sumó. “Los estudios que llevamos adelante proveen herramientas para valorizar el aporte de diferentes prácticas de manejo sobre la salud del suelo y del ambiente agropecuario”.

Por un suelo mejor y más fértil 

De acuerdo con Sasal, “un sistema intensificado, diverso en cuanto a variedad de cultivos, raíces, fertilizantes, enmiendas, mejora la fertilidad del suelo y la eficiencia de la producción”, expresó la investigadora.

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Por esto, mismo resulta imprescindible, informaron, conocer las magnitudes en los cambios que imponen las diferentes estrategias de manejo.

En tanto, en el ensayo, para ver los efectos, manifestaron desde INTA que “se compararon cuatro secuencias de cultivos, donde la más intensificada (trigo/soja-cultivo de cobertura/maíz) logró un incremento del 37 % en el Índice de Calidad del Suelo (SQI) en comparación con el monocultivo de soja. También se evidenciaron mejoras de hasta 70 % en la infiltración del agua y casi 30 % en la disponibilidad de nitrógeno”.

“Este índice se construyó en base a los indicadores como el carbono orgánico del suelo, el nitrógeno orgánico total, la tasa de infiltración de agua, la respiración y actividad microbiana del suelo”, reveló Dannae Serri —investigadora del Instituto de Patología Vegetal (IPAVE)— y adicionó que “el experimento de campo a largo plazo se realizó bajo siembra directa, donde se recolectaron muestras de suelo durante tres campañas agrícolas consecutivas”.

Y reafirmó que “evaluar el efecto de las secuencias de cultivos sobre los parámetros químicos, físicos y microbianos del suelo y desarrollar un índice de calidad del suelo a partir de un conjunto de indicadores para secuencias de cultivos con diferentes niveles de ocupación del suelo”.

“Nuestros resultados muestran que las secuencias de cultivos con alta ocupación del suelo mejoraron sus propiedades químicas y físicas, además de aumentar la abundancia y funcionalidad de la comunidad microbiana, lo que se vio reflejado en un mejor SQI. Este estudio reveló que la rotación de cultivos de granos y la inclusión de cultivos de cobertura invernal mejoran la calidad del suelo y promueven beneficios para todo el sistema”, finalizó Serri.

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