
Desde el sitio del INTA indican que Argentina, un país con una rica tradición cervecera, enfrenta un desafío particular en el cultivo de lúpulo: la Patagonia ha sido históricamente la única región productora, abasteciendo apenas el 20 % de la demanda nacional. El 80 % restante se cubre con importaciones, principalmente de Estados Unidos y Alemania. Esta dependencia ha abierto una ventana de oportunidad para expandir la producción local. Investigaciones preliminares en zonas no tradicionales como Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Salta y San Luis, han revelado que el lúpulo cultivado allí puede igualar o incluso superar en calidad a los importados en términos de amargor, sabor y aroma.
Un obstáculo para pequeños productores y una solución ingeniosa
En este marco, un estudio liderado por Exequiel Tommasino del Instituto de Fisiología y Recursos Genéticos Vegetales (IFRGV) del INTA, destacó que los pequeños productores de lúpulo (aquellos que cosechan entre 20 y 100 kilos por campaña) no cuentan con el equipo necesario para procesar el lúpulo en el formato pellet T-90, que es el estándar de la industria. Esta falta de infraestructura ha impedido que sus cosechas lleguen al mercado, obligando a las cervecerías artesanales a seguir dependiendo de insumos extranjeros.
Para superar este inconveniente, destacan, el equipo del IFRGV CIAP INTA desarrolló L100, una solución innovadora. Tommasino, coordinador del proyecto, explicó que es "un nuevo formato para el acondicionamiento del lúpulo que le permite a productores de menor escala, comercializar lo producido de forma económica y práctica, poniendo en el mercado un producto de calidad factible de ser aceptado por las cervecerías artesanales e industriales".
L100: simplicidad y accesibilidad para el lúpulo argentino
L100, informan, es una presentación alternativa de lúpulo molido, envasado al vacío en unidades de 100 gramos. El investigador señaló que "el nuevo formato no implica diferencias de uso frente al pellet tradicional, pero permite prescindir de la maquinaria de pelletizado". Esta tecnología busca impulsar la oferta de lúpulo argentino, fomentar su cultivo en nuevas regiones y facilitar el acceso a este insumo para las cervecerías artesanales, contribuyendo así al fortalecimiento de las microeconomías regionales.
El procedimiento de L100 fue publicado sin restricciones de uso ni patentes, buscando una adopción masiva por parte de los productores. Esta iniciativa ya ha captado la atención internacional, siendo valorada y descargada en países como Eslovenia, República Checa, Alemania, Estados Unidos, Australia, Brasil, Chile, Perú y Paraguay.
Link para descargar del informe técnico completo sobre L100: https://repositorio.inta.gob.ar/handle/20.500.12123/17449
Hacia un futuro genético para el lúpulo nacional
En este sentido señalan que en 2023, el cultivo de lúpulo se integró al programa de mejoramiento genético de cultivos industriales del INTA. El objetivo es obtener cultivares más adaptados a zonas cálidas y secas. Mediante evaluaciones morfológicas, ecofisiológicas y caracterización molecular, se han identificado y agrupado materiales de distintas partes del país, y se ha evaluado la introducción y adaptación de diferentes variedades de lúpulo a zonas no tradicionales.

Un ejemplo de estos avances se observa en el campo experimental de la Universidad Católica de Córdoba, donde se evaluaron seis cultivares de lúpulo. Tras la cosecha, cuatro variedades —Cascade, Mapuche, Bullion y Victoria— mostraron rendimientos prometedores, con un promedio de 128 gramos de peso seco por planta y conos de unos 3 centímetros de longitud.
Soledad Ruolo, investigadora y miembro del equipo de L100, subrayó que "los rendimientos son buenos ya que en el primer año se realiza la implantación y el cultivo logra apenas un 40 % de su potencial, esta especie logra su potencial de rendimiento en el tercer año y permanece en producción aproximadamente 20 años. El terreno donde se cultiva lúpulo se denomina Lupular y es similar a un viñedo, pero con estructuras que sostienen y guían las plantas entre 4 a 6 metros de altura".
Estos prometedores resultados del primer ciclo de cultivo en Córdoba fueron presentados en agosto de 2024 en el 1er Congreso Iberoamericano de Alimentos 4.0.
Link para acceder al trabajo completo:
https://repositorio.inta.gob.ar/xmlui/handle/20.500.12123/20526