Alimentación

Día del Pinot Noir: la uva difícil que conquista a los paladares más exigentes

Esta cepa celebra su día cada 18 de agosto y ocupa apenas el 1% de la superficie argentina, pero logra brillar en regiones como Patagonia y Valle de Uco. Su frescura, fineza y capacidad de guarda la convierten en un verdadero tesoro para coleccionistas y amantes del vino.

No hay un hecho histórico detrás de la fecha, pero sí una buena excusa para rendir homenaje a una de las cepas tintas más deseadas y, a la vez, más complejas de trabajar.

Delicada, elegante y de guarda prolongada, el Pinot Noir es capaz de generar vinos de aspecto traslúcido, aromas sutiles y texturas sedosas que, cuando están bien logrados, se convierten en verdaderas joyas enológicas.

Una cepa con múltiples facetas

Aunque en Argentina ocupa apenas el 1% de la superficie de vid —unas 2000 hectáreas—, esta variedad tiene un papel protagónico a nivel mundial. No solo es una de las uvas principales para elaborar Champagne (junto con Chardonnay), sino también la base de los grandes tintos de Borgoña, donde se producen algunos de los vinos más caros del planeta.

Además, el Pinot Noir puede dar vida a espumosos “Blanc de Noir”, rosados vibrantes y tintos varietales que, con el tiempo, despliegan una complejidad inigualable.

Su origen está en la Borgoña y su fama se debe tanto a la calidad de sus vinos como a la dificultad de su cultivo. Los productores suelen llamarla “la uva del diablo” porque exige climas fríos y un manejo muy preciso. Sus mejores expresiones se encuentran en Francia, Oregón, California, Nueva Zelanda, Chile y también en Argentina, donde ha encontrado en la Patagonia un terroir ideal.

En el país, Mendoza concentra el 70% de la superficie, principalmente para bases de espumosos. Pero es en la Patagonia —Neuquén, Río Negro, Chubut y La Pampa— donde se destacan los tintos varietales, más delicados y profundos. También aparecen buenos ejemplos en zonas frescas de San Juan (Pedernal), los Valles Calchaquíes, Agrelo y Valle de Uco.

Pinot Noir vs. Malbec

En una tierra dominada por el Malbec, el Pinot Noir aparece como su contracara. El Malbec es frutado, jugoso y fácil de comprender desde la primera copa, razón por la que se convirtió en emblema argentino con casi 50.000 hectáreas plantadas. El Pinot Noir, en cambio, apuesta a la sutileza: liviano, gastronómico y elegante, conquista tanto a los consumidores nuevos como a los más experimentados.

Estilos y proyecciones

Los Pinot Noir argentinos se dividen en dos estilos:

-Expresivos y directos, con foco en la fruta (cerezas rojas y negras).

-Más complejos y sofisticados, con notas especiadas, terrosas y un roble bien integrado.

En ambos casos, la acidez es clave para garantizar frescura y longevidad en botella. Hoy ya existen etiquetas de entrada accesibles, lo que permite que más consumidores descubran su encanto.

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