os números siguen sin cerrar y no aparecen márgenes de rentabilidad en la producción de granos, legumbres y otras actividades primarias en la provincia.
Las últimas subas de combustibles agravaron los costos productivos, y en las fincas ya ven venir nuevas y abultadas tarifas de los fletes. Urge, de ese modo, que el Gobierno nacional dé una respuesta a un reclamo histórico y acuciante: una compensación al flete. El campo sigue mal. Esta campaña que pintaba mejor que las anteriores padece los efectos de la sequía de marzo y una reciente helada en el sur provincial, por lo que el escenario continúa siendo crítico.
Los productores de Salta pagan entre 800 y casi 1.000 pesos para transportar los granos a Rosario de Santa Fe, de acuerdo a la tarifa de referencia que fijó para marzo la Subsecretaría de Transporte de la Nación. Por una cuestión de distancia, afrontan una de las cargas más altas del sector productivo del país.
Esta semana, el precio del combustible subió un 10 por ciento, uno de los incrementos más fuertes de los últimos años. Pero al trazar una breve línea de tiempo de los últimos cuatro meses, la escalada llega al 30 por ciento.
Ayer, Ignacio Lupión, presidente de la Sociedad Rural Salteña (SRS), advirtió que en Las Lajitas, por ejemplo, ya hay transportistas que decidieron parar con las cargas "hasta nuevo aviso". Eso se traduce hasta que se acomoden los nuevos valores de los servicios ante el incremento del gasoil.
Desde esa localidad de Anta los productores pagan alrededor de 800 pesos en concepto de flete para despachar granos hasta los puertos rosarinos.
Lupión volvió a plantear la urgencia por una compensación ante los considerables montos que implican los fletes.
Semanas atrás, productores del NOA, entre otros puntos, le transmitieron al ministro nacional de Agroindustria, Ricardo Buryaile, la necesidad de aplicar un mecanismo que alivie el peso económico de transportar granos desde el norte.
En las próximas horas le pedirán al secretario de Asuntos Agrarios de la Provincia, Flavio Aguilera, que encare más gestiones ante la Casa Rosada para lograr ese requerimiento.
"La compensación de fletes se planteó para la soja, en la medida que sigan existiendo las retenciones. Hay que entender que continuamos en una situación de desigualdad con respecto a otras zonas del país. Ahora, con las subas del combustible, se empeora más la rentabilidad. Los transportistas no van a ganar más, porque a ellos también les aumentaron los costos", señaló Lisandro de los Ríos, gerente de la Asociación Prograno.
"Vemos que lamentablemente en el norte todas las bajas de retenciones que hubo tanto en economías regionales y en granos se ven truncas por las subas exorbitantes del combustible", dijo Natalio Iglesias, desde la Asociación Productores de Legumbres del NOA.
Ayer el diario la Nación, en base a datos del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina, publicó que la baja en los derechos de exportación en el sector fue licuada por los incrementos del combustible. Se precisó que con la baja de los aranceles, en el país esa actividad ganó 1.300 millones de dólares, pero recayó una incidencia del combustible de 1.778 millones de dólares.
El año pasado los productores salieron a las rutas, realizaron actos y llevaron adelante tractorazos en la ciudad en contra de las políticas que en ese entonces aplicaba el gobierno kirchnerista. Uno de los principales reclamos era el cobro de las retenciones y una compensación por los altos precios del flete.
Tras asumir como presidente, Mauricio Macri dispuso la eliminación de esos aranceles a las economías regionales y una reducción del 35 al 30 por ciento para la soja.
Fuente: El Tribuno