El calor abrazaba en Las Banderitas, partido de La Plata. Allí esperaba Nora Castillo, con una tímida sonrisa y la tristeza en sus ojos. La furia de la tormenta, le revolcó y tiró por el suelo años de esfuerzo y sacrificio, como a casi todos los productores de la zona. Sin embargo se mantiene en pie y ya pensando en cómo seguir adelante, siempre de la mano de la agroecología, ya que le permitió disminuir las pérdidas debido a que no utiliza insumos para la desinfección del suelo ni agroquímicos para el control de plagas y enfermedades.
El domingo 5 de febrero los partidos de La Plata, Berazategui, Berisso, Florencio Varela y Ensenada fueron sorprendidos por un temporal que afecto a más de 80% de los productores hortí-florícolas, ocasionándoles importantes pérdidas en infraestructura como en la producción.
“La pérdida es mucha, pero producir agroecológicamente y tener mucha variedad hace que no haya perdido tanto. Nosotros no tenemos la gran pérdida que tiene los que producen convencionalmente, que además del invernáculo pierden el dinero invertido en productos muy caros, a lo que se suma el valor de las plantas. En nuestro caso la perdida es menor”, expresó Castillo.
Hace más de 15 años es productora y más de uno que produce agroecológicamente. Forma parte del grupo de Cambio Rural “Los Chivos” y es integrante de “Unión de Trabajadores de la Tierra” (UTT), con quienes venden la producción en bolsones agroecológicos.
Con su esposo arriendan una hectárea y allí produce más de 10 variedades de verduras de estación. Hasta el día del temporal, en tres cuartas parte de la parcela realizaban producción bajo cubierta y en el cuarto restante producción a campo.
Nora contó su historia desde lo que alguna vez fue un invernáculo. Ya poco queda: algunos postes y nylon desgarrado. Varios metros más allá sólo vestigios de lo que fue. Algunas variedades comenzaron a verse afectadas, el sol ya comienza a hacer lo suyo, pero aún hay mucho para cosechar y vender.
Por su parte, la ingeniera María Clara Mediavilla de la Agencia de la Plata del INTA, explicó que al no poder reponer rápidamente el nylon que protege las producciones hace que las afecte el sol y la lluvia, y sean más propensas a enfermedades, ya que no son variedades adaptadas a producción a campo. Sin embargo destacó, que a pesar de esta situación, el buen manejo que hace la productora en la parcela hace que la producción aún resista y esté apta para cosechar.
Durante la recorrida la productora enumeró las alternativas que tiene pensadas para salir adelante, siempre siguiendo con la producción agroecológica.
Producir sin veneno
En sus inicios Nora y su esposo producían flores de manera convencional, y posteriormente comenzaron a producir hortalizas, pero año tras año no lograban tener la producción deseada. Otras tormentas sufridas los ponían en jaque, y en la búsqueda de una alternativa más sustentable es que comenzaron a trabajar junto al INTA en la transición del sistema convencional al agroecológico. “Con Nora, desde el INTA comenzamos a trabajan en lo que denominamos desde el Proyecto Regional territorial Sur, una parcela agroecológica, y se logró sistema más equilibrado.” expresó Mediavilla.
En este sentido la productora comentó: “Para mi producir sin veneno es lo mejor para mi familia, para nuestra salud, y para que a la gente le llegue verdura sana. Ya no volvería a producir de manera convencional.” Y agregó que “actualmente vendemos todo lo que producimos con la UTT en bolsones agroecológicos, y estamos muy satisfechos con esto, porque todo lo que producimos lo vendemos. Y al mismo tiempo la gente está contenta porque sabe que lo que come es sano.”
Apesadumbrada por la situación pero con la entereza de querer salir adelante por su familia, Nora sabe que con mucho esfuerzo va a levantar algún invernáculo. Y afirma que “la mayor parte de la producción la vamos a hacer a campo, porque no vamos a poder reponer todo lo que teníamos. El invierno es difícil, es muy crudo, pero queremos seguir con los bolsones.”
El viento se llevó casi todo pero no pudo con sus ganas de volver a empezar, “La agroecología me va a ayudar a salir adelante”, concluyó. Y ya lo está haciendo.