[dropcap]S[/dropcap]egún el informe de la OCDE-FAO en un escenario de "statu quo" en el que las políticas actuales se mantienen y el crecimiento de la productividad agrícola continua su tendencia, la población mundial de personas subalimentadas debería caer de 11% a 8% en diez años, con América Latina y el Caribe cayendo bajo el 5%, umbral bajo el cual la FAO considera el hambre efectivamente erradicada.
Las proyecciones de OCDE-FAO coinciden plenamente con el objetivo declarado de la región de acabar con el hambre al año 2025, un compromiso respaldado por el principal órgano de integración regional, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
“Esta región fue la primera en comprometerse no sólo a disminuir sino erradicar totalmente el hambre”, dijo el Representante Regional de la FAO, Raúl Benítez.
Benítez dijo que los frutos de esta determinación temprana permitió que la región lograra los mayores progresos en términos de seguridad alimentaria, alcanzando las dos metas internacionales de reducción del hambre: la de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.
La principal hoja de ruta que la región ha asumido para poner fin al hambre al año 2025 es el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC, que está siendo implementado por todos los países de la región.
“No sólo nos hemos vuelto una potencia agrícola, lo que es aún más importante es que los países han creado una serie de políticas públicas innovadoras enfocadas en quienes sufren hambre, respaldados por estrategias de erradicación del hambre a nivel local, nacional y regional”, dijo Benítez.
Al colocar el foco en las poblaciones más vulnerables, América Latina y el Caribe ha logrado sacar a más de 31 millones de personas del hambre en las últimas décadas, reduciendo el porcentaje actual de subalimentación regional a sólo 5,5%.
[box type="shadow" align="aligncenter" class="" width=""]Según el análisis de línea de base del informe Perspectivas Agrícolas, en un escenario donde las condiciones actuales no cambian, el número total de personas subalimentadas en el mundo caería de cerca de 800 millones hoy a menos de 650 millones en 2025.[/box]
En contraste con la situación regional, esto implica que sin medidas decisivas el hambre global no será erradicada en 2030 – fecha acordada como meta por la comunidad internacional a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los ODS.
(Resumen ejecutivo en español)
Perspectivas agrícolas de América Latina y el Caribe 2016-2025
Según el informe de OCDE-FAO, en América Latina, el cultivo de soja impulsará la mayor parte del aumento estimado de 24 por ciento en la superficie cultivada en los próximos 10 años.
Como consecuencia de la expansión del sector ganadero, la utilización de maíz para consumo animal se incrementará en un 30% durante la próxima década. Se espera que el consumo per cápita de maíz y trigo se estanque en 54 kg por persona por año en la próxima década.
América Latina tiene el mayor consumo de carne per cápita del mundo (58 kg/persona/año) y seguirá creciendo más rápido que el promedio global, a 6% en la próxima década.
La carne de vacuno y aves de corral corresponden al 85% del consumo total de carne. No obstante, el consumo de carne de vacuno está disminuyendo en términos per cápita, mientras que se prevé que el consumo per cápita de aves de corral crecerá en promedio de 10%, hasta a 27 Mt en 2025.
El consumo per cápita de azúcar y aceite vegetal seguirá creciendo. América Latina tiene el mayor consumo per cápita de azúcar y llegará a 45 kg/persona/año en 2025, casi el doble del promedio mundial (25 kg / año).
“Este hecho pone de relieve la creciente tasa de obesidad y sobrepeso regional. La región ha hecho grandes esfuerzos para erradicar el hambre, pero todavía se enfrenta a problemas de malnutrición” explicó Benitez.
A diferencia de la tendencia mundial, la expansión del área de América Latina sigue siendo un motor importante en el crecimiento de la producción de cultivos. Se espera que el área total dedicada a la producción de cultivos aumente en 22,5 millones de hectáreas (24%) para el año 2025, de los cuales la expansión de la soja brasileña aportaría 11 millones de hectáreas que representan casi el 50%. Además de la soja, el maíz y la caña de azúcar seguirán siendo los principales cultivos.
La producción de carne regional se incrementará en 11Mt al 2025, lo que representa casi el 25% del crecimiento de la producción mundial de carne. El sector se beneficiará de los bajos precios de los cereales forrajeros en una región donde los cereales forrajeros se utilizan con mayor intensidad que en otras regiones en desarrollo. Las aves de corral es la carne de elección para los países en desarrollo y en particular en América Latina, donde se espera que la producción aumente más de 6 Mt en 2025.
Un importante proveedor mundial de alimentos
La región se ha consolidado como un importante proveedor mundial de alimentos en la última década y se prevé que esta tendencia continúe durante la próxima década.
El maíz, la soja y el azúcar constituyen el grueso de las exportaciones totales de la región. Sólo el azúcar mostrará una mayor tasa de crecimiento en comparación a la década anterior, esto se explica en parte por la creciente demanda de piensos de maíz y harina de soja doméstica.
En cuanto a las importaciones, algunos países latinoamericanos son importadores netos de carne de cerdo, arroz y, en particular, trigo. El comercio intraregional desempeña un papel importante en el suministro de estas deficiencias. Dicho esto, la región como un todo se está moviendo hacia la autosuficiencia para todos los productos agrícolas.
Brasil es el segundo mayor proveedor de las importaciones chinas y se enfrenta a posibles desafíos debido a la incertidumbre en cuanto a la tasa de crecimiento de China. Algunos otros países, tales como Bolivia, están reforzando sus relaciones comerciales agrícolas con China.