"Vamos a zafar porque este pueblo tiene un aguante increíble. Nunca lo he visto. El agua entró casi a la mitad del pueblo. Está feo. Dicen que dios le dio las batallas a los mejores guerreros y acá esta lleno de los mejores guerreros y vamos a salir a adelante", dijo entre lágrimas Gabriel Rébora, intendente de la localidad santafesina de Melincué, para describir la grave situación que atraviesa ese lugar por las inundaciones.
Las imágenes hablan por sí solas. La postal que se repite en gran parte de la pequeña localidad de al menos 2.500 habitantes, era la de bolsas con arena en la mayoría de los frentes de las casas. La rotura del anillo de contención de la parte norte de la localidad, detrás del Hotel Casino, permitió el avance del agua de la laguna, cubriendo más del 25 por ciento del pueblo. "Empezaremos a poner bombas para tirar el agua del casco urbano para tirarla a la laguna nuevamente", adelantó el jefe municipal en diálogo con el canal A24.
Tras las lluvias del fin de semana, cientos de vecinos tuvieron que ser evacuados, mientras que bomberos de distintos lugares, gendarmes, personal de Defensa Civil y hasta vecinos colaboradores hicieron parte del operativo para contener el agua. "Son lagrimas de impotencia, de desesperación. Es toda mi vida acá. Son generaciones. El que sabe de política, en los pueblos te eligen por persona y no por el parido político", dijo Rébora para dar cuenta del vínculo que mantiene con Melincué. "Uno ama el lugar en el que vive", sostuvo.
El intendente dijo que la situación en la ciudad cabecera del departamento por el crecimiento de la laguna "es desastrosa". "Es increíble lo que han dejado pasar acá. Esto es incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos. Quiero ver si un fiscal tiene huevos para hacerle un juicio al gobernador (de Santa Fe Miguel Lifschitz)", cuestionó.
"Hoy que está la catástrofe vienen a ayudarnos. Hace 50 años venimos sufriendo inundaciones. Een el 74 viivmos una inundacioón tremenda. Vi llorar a mi abuelo y a mi padre. Apostamos y nos quedamos. A los 20 años sufrimos otra inundacion. A los 30 otra. Esto no da para más. Hay que tomar las decisiones. No puede ser que en pleno siglo XXI no se pueda dominar una laguna", sostuvo.
Dijo que con laguna de fondo y las precipitaciones que se registran anualmente "es vivir con esa incertidumbre". "El dolor es por el abandono. Es porque nadie tenga la voluntad política de hacer una obra. No se nos va caer nada por consultarle a alguien. Los gobernantes tienen que hacer lo que se debe hacer. La decisión política es del gobernador, de la política. No se invierte lo que se tiene que invertir. Somos un pueblo de 2.500 habitantes. Antes venían a veranear 25 o 30 mil personas. Que se haya abandonado todo es lo que más duele. Haciendo obras se puede mejorar todo. Los políticos no están a la altura de las circunstancias", sentenció.
Rébora calificó de "atorrantes y delincuentes" a los funcionarios del gobierno del Frente Progresista Cívico y Social. "Arrastramos mucha desidia. Hace años que reclamamos obras y nunca se hicieron", se quejó. Por el momento, las lluvias cedieron pero de acuerdo con el pronóstico, las precipitaciones volverían entre mañana y el viernes.
