Muchas partidas de soja cosechadas tras el temporal no son aptas para la siembra en la nueva campaña, según un mapa de calidad de semilla realizado en el norte de la zona pampeana.
"Debido a las malas condiciones climáticas registradas durante el ciclo 2015-2016, en muchas situaciones se están observando muestras de semillas de soja con un poder germinativo (PG) muy bajo del 20% al 40%", sostuvo Mercedes Scandiani.
Se trata de la coordinadora del área de patología de semillas de la Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (ALAP), una entidad que todos los años realiza un relevamiento nacional de calidad de semillas de soja.
En la actualidad, ocurre que la calidad de la semilla de soja cosechada en el norte de la zona pampeana, en la región núcleo, área sojera por excelencia, se derrumbó luego de las lluvias torrenciales registradas en abril pasado.
En la zona de influencia de San Genaro (Santa Fe) las muestras analizadas antes del temporal registraron un Poder Germinativo (PG) promedio del 90%, mientras que luego del evento climático éste cayó a 44%.
Mientras, en Rosario sucedió algo similar: pasó del 90 por ciento al 58%, según datos del Mapa de Calidad de Soja relevados por ALAP.
En Gualeguay, el PG promedio de las muestras analizadas se ubicó también en apenas un 51% versus 90% del año pasado, al tiempo que en San Antonio de Areco (Buenos Aires) y Rufino (Santa Fe) fue de 62 por ciento contra 83% y 81% en 2015 respectivamente.
Otra zona con semilla de baja calidad, informó el sitio Valor Soja, es el sudeste cordobés: en Monte Buey se relevó un PG promedio de 63% versus 86% en 2015.
Los test de vigor por el laboratorio Tetrazolio además muestran que en San Genaro, Rosario (ambos en Santa Fe) y San Antonio de Areco (Buenos Aires), la mayor parte de las muestras analizadas no son aptas para sembrarse.
También se registró una caída en el PG de las semillas analizadas en laboratorios de Venado Tuerto, Santa Fe (promedio de 71% versus 86% en 2015), y en las zonas bonaerenses de Tandil, (72% versus 86%), Colón (74% versus 85%) y Pergamino (75% versus 88%).
"Este año recomendamos hacer -con la mayor anticipación posible- un buen diagnóstico de semillas destinadas a la siembra 2016-2017; cuanto mayor sea la cantidad de información aportada por los análisis, mayor será la reducción del riesgo de sembrar cultivares inadecuados", explicó Scandiani.
Añadió que "los análisis llevan un determinado tiempo, por lo que aconsejamos comenzar ahora mismo y no dejarlos para último momento, cuando la capacidad de respuesta sea menor ante la eventual detección de un inconveniente".
El PG pone en evidencia cómo "funciona" la muestra en las mejores condiciones de humedad y temperatura.
Debido a que la incidencia de hongos es uno de los factores que afectan el PG, otro de los análisis para evaluar la calidad de la semilla es el Poder Germinativo de la semilla "curada" con fungicida (PGF).
De todas maneras, en el laboratorio es posible testear a los patógenos transmitidos por semilla, pero no los que están en el suelo, por lo que la elección de un curasemilla adecuado debe contemplar ambos aspectos para ser efectivo, se dijo en el análisis.