El Ministerio de Agricultura de Colombia confirmó hoy el hallazgo de otros dos focos de fiebre aftosa en el país, uno de ellos en Cúcuta y el otro en Cundinamarca, los que se suman a los descubiertos hace menos de un mes en los departamentos de Cundinamarca y Arauca, y el titular del área adjudicó esta situación a la falta de controles sanitarios en Venezuela.
El titular de la cartera de Agricultura, Aurelio Iragorri, indicó que la enfermedad fue diagnosticada en una finca en una zona rural de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, limítrofe con Venezuela, informó la agencia DPA.
Debido a la cercanía del predio con la frontera, a unos 300 metros del vecino país, Iragorri anunció que las autoridades ya iniciaron una investigación para determinar si las reses infectadas están ingresando "como contrabando" a Colombia.
"Eso lo dirá la investigación, pero (se cree que) este predio muy seguramente era uno de los predios puente que están utilizando (los delincuentes) para entrar contrabando al país", señaló el ministro en diálogo con la emisora Caracol Radio, según la cita de DPA. Iragorri también detalló que el cuarto foco se encontró también en Cundinamarca (centro), en la jurisdicción del municipio de Tibacuy. La aparición del virus ya ha afectado la exportación de carne bovina a países como Chile, donde las autoridades sanitarias prohibieron temporalmente el ingreso del alimento.
En Colombia, donde se calcula que hay más de 20 millones de cabezas entre ganado vacuno y búfalos, no se registraba fiebre aftosa desde 2009, cuando fue erradicada a través de un plan de vacunación.
Sin embargo, Venezuela no tiene estatus de país libre de aftosa con vacunación y esa es una de las razones por las que el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (Panaftosa) comprobó la raíz de los focos en el vecino país. La enfermedad infecciosa no se contagia a humanos pero sí puede afectar a porcinos y ovejas y se manifiesta con la aparición de pequeñas ampollas cutáneas en la boca y entre las pezuñas del ganado vacuno.
