La decisión del Departamento de Comercio de los Estados Unidos de imponer a la Argentina aranceles provisorios de 57 por ciento promedio a la importación de biodiésel, una industria que en nuestro país se expandió de manera exponencial en los últimos años y exportaba a Norteamérica el 25 por ciento de su producción, generó un fuerte rechazo desde la provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, principales elaboradoras de ese combustible.
En la misma línea se expresaron las distintas entidades ligadas a la industria de la carne porcina, alertadas por el riesgo que representa para la supervivencia del sector el permiso que el Gobierno nacional otorgó a los Estados Unidos para el ingreso de carne de cerdo a cambio de la apertura para las exportaciones de limones tucumanos.
El ministro de Producción de Santa Fe y candidato a diputado nacional por el Frente Progresista, Luis Contigiani, sostuvo que la imposición de aranceles del 57% promedio a la importación de biodiésel pone en peligro a 6.000 puestos de trabajo directos en el país.
"Santa Fe produce el 80% de la producción nacional de biodiésel; acá tenemos 20 plantas de las 40 que tiene Argentina, por lo cual estamos muy preocupados", indicó Contigiani en diálogo con Radio 10.
El funcionario santafesino también críticó la política comercial externa con Estados Unidos adoptada por el Gobierno nacional y reclamó que "se ponga al frente de esta situación para revertir esta medida".
"Hoy nos encontramos en Santa Fe con dos situaciones muy complicadas: la de los porcinos, con un problema económico y sanitario para nuestros productores y ahora con esta medida que va a frenar fuertemente una industria que viene creciendo en los últimos años y que va afectar de forma directa la producción y el empleo", agregó.
En idéntico sentido se expresó la presidente del bloque de diputados del socialismo, la santafesina Alicia Ciciliani, que pidió que la producción y la política comercial relacionada con el biodiésel "se convierta en una política de Estado", de manera de llevar adelante una acción firme ante la "arbitraria decisión arancelaria adoptada por Estados Unidos".
En cuanto al tema de la carne porcina, el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, dijo que su gobierno defenderá a los productores locales. "Nos preocupa muchísimo porque hay muchos productores de cerdo en nuestra provincia no solo en lo que es el animal en pie sino lo que representa toda la cadena de valor, desde el integrado hasta la faena", subrayó.
Desde La Pampa y la provincia de Buenos Aires, productores pidieron al Gobierno rever la decisión de permitir la importación de carne de cerdo al advertir que "no sólo golpearía a la cadena por competencia sino que también podría afectar los estándares de producción nacional".
El director de Ganadería pampeano, Ricardo Baraldi, dijo que la decisión es "burlarse" de los productores. Anticipó un "quebranto" de la cadena y advirtió por el riesgo sanitario que implicará la importación.