El presidente Mauricio Macri le envió hoy una nota al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en la que le transmitió el malestar del gobierno con la decisión de ese país de fijar un arancel promedio de 57% a la importación de biodiésel argentino y le solicitó iniciar una gestión destinada a facilitar el diálogo entre los actores del sector privado de ambos países para poder encontrar una solución al tema.
Si bien no trascendió el contenido de la nota, fuentes gubernamentales confirmaron a Télam que el tenor de la misma estuvo "en línea con lo que se conversó en la reunión que mantuvieron el canciller Jorge Faurie y el ministro de Producción, Francisco Cabrera, con el encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos, Thomas Cooney, con vocación de que intervengan para facilitar el diálogo entre privados y que se pueda llegar a un acuerdo".
La decisión de enviar la carta al vicepresidente Pence y no al presidente Donald Trump se fundamentó en la reciente visita que el funcionario estadounidense realizó al país, en la que se acordó privilegiar el vínculo entre ambos países y que -una semana después- se diera a conocer la fuerte sanción aplicada provisoriamente por el Departamento de Comercio que supera incluso el pedido formulado por los productores norteamericanos de biodiésel.
En la reunión con Cooney "se resolvió explorar los mecanismos previstos en la normativa estadounidense a fin de permitir a los sectores privados argentino y de Estados Unidos llevar adelante un diálogo con el objetivo de arribar a un acuerdo mutuamente satisfactorio, para lo cual es necesaria la intervención del Departamento de Comercio", precisó la Cancillería en un comunicado.
"La reunión se realizó con el objetivo de seguir trabajando positivamente en el logro de avances concretos en materia económico comercial, que abarcan carne bovina, cítricos dulces y otros frutos, entre otros productos", agregó el parte de prensa.
Fuentes gubernamentales señalaron a Télam que el funcionario estadounidense se manifestó de manera "positiva y dispuesta a colaborar para que se sienten los privados antes de que salga la sanción definitiva de parte del Departamento de Comercio".
"Una posibilidad es que intercedan ante del Departamento de Comercio para que los privados se puedan sentar a negociar, pero en mejores condiciones que ahora", explicaron las fuentes.
Luego de la reunión, Cooney -a través de la cuenta de la Embajada en la red social Twitter- dijo que apuesta a un "diálogo muy colaborativo" con el gobierno argentino.
"Estamos muy comprometidos a tener una relación positiva y madura con Argentina. Los buenos socios superan desafíos con confianza y paciencia", dijo el funcionario y destacó que "la relación excelente es un proyecto a largo plazo. Hemos logrado mucho y hay más que hacer".
Al ser consultado sobre la gestión llevada adelante por la Cancillería y el Ministerio de Producción, el titular de Cámara de Productores de Biodiésel (Carbio), Luis María Zubizarreta, dijo a Télam: "Una voluntad del gobierno de Estados Unidos de que se entable una negociación es una buena señal, pero de ahí a llegar a un acuerdo es algo diferente".
"Que el Gobierno gestione a los más altos niveles es muy bueno, pero negociar desde la posición que tenemos hoy es complicado", agregó el directivo.
Antes del encuentro con Cooney, Faurie y Cabrera mantuvieron una reunión en la Quinta de Olivos con el presidente Macri en la que analizaron el conflicto y terminaron de definir los pasos a dar, junto con el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Horacio Reyser, y el secretario de Comercio, Miguel Braun.
El martes pasado, el Departamento de Comercio de Estados Unidos dispuso un arancel del 57 por ciento promedio para la importación de biodiésel argentino. La medida -de carácter provisoria- fue considerada "excesiva" por el gobierno argentino.
El arancel fijado por las autoridades estadounidenses tiene por objetivo contrastar el pedido formulado por los productores de ese país al elevar la acusación de dumping en marzo pasado, en el que solicitaron derechos compensatorios del 23 por ciento.
El conflicto comenzó a fines de ese mes cuando un grupo de empresas productoras de biocombustibles de Estados Unidos presentó una demanda por supuesto dumping de parte de las empresas argentinas, lo que motivó la apertura de una investigación y el cierre preventivo de las importaciones de parte del país del Norte.
Hasta ese momento, las principales firmas que exportaban biodiésel a Estados Unidos eran Vicentín, AGD, Bunge, Oleaginosa Moreno, Glencore y Molinos.
Las ventas concretadas en 2016 hacia ese mercado superaron los 1.200 millones de dólares, que implicaron el 90 por ciento de las exportaciones del sector.
El cierre del mercado de Estados Unidos no es el primero para el sector del biodiesel argentino. En 2013, enfrentó una investigación y el cierre del mercado europeo, también por dumping, lo que motivó el reclamo ante la OMC, que falló a favor de Argentina.
A fines de abril, durante la investigación realizada por el Departamento de Comercio, el ministro Cabrera había afirmado que tenía "mucha expectativa" en alcanzar una solución favorable para las exportaciones argentinas.