Bajo el lema "Competitividad, un objetivo a lograr", este año el encuentro reunió a especialistas con distintos enfoques que reflexionaron sobre una serie de problemáticas que inciden en el sector y abarcan desde la situación financiera e impositiva argentina hasta los costos logísticos y laborales en las economías regionales.
Pasado el mediodía, Pablo Villano, presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) se refirió al costo laboral internacional y sostuvo que "Argentina está en una situación muy desfavorable, estamos entre los países con costos más altos pero con bajos niveles de productividad".
Villano afirmó que la industria láctea argentina atraviesa un escenario difícil ya que, mientras su costo laboral se ubica en un 14,5% sobre el total de ventas, en las empresas competidoras como Conaprole y Alpina asciende solo a 12,1 y 9,7%, respectivamente. "El sector demanda una modernización para una productividad mejorada.
El camino que tenemos que seguir es realizar mayores inversiones de capitales que permitan una mejora parcial de la productividad por empleado, sin aumentar los costos laborales", reflexionó.
En tanto, Jorge Day, especialista en economías regionales de la consultora IERAL - Filial Mendoza, indicó que "los salarios en el sector se han triplicado por encima de los precios en los últimos once años". Day explicó que, durante este tiempo, mientras los sueldos aumentaron debido al menor desempleo por planes sociales, presión gremial y mayor productividad, los valores de los productos se han estancado. "El exportador en las economías regionales no puede trasladar el costo de salarios a precios", agregó.
Más tarde, José Barbero, especialista en planificación y políticas del transporte, brindó un panorama sobre la logística local y aseguró que "a nivel mundial, Argentina está peor en facilitación comercial que en infraestructura y servicio de transporte". En su ponencia sobre desempeño y costos logísticos, Barbero detalló que el país presenta un 72% de movimiento de carga interno, un 20,2% para la exportación y un 7,8% para la importación. Además, los traslados registrados son en su mayoría en camión (92,7%), mientras que en menor medida se producen en ferrocarril (4,4%) y por agua (2,8%). En este marco, Barbero señaló que existen infinidad de problemas: "tenemos una matriz de carga distorsionada, falencias en infraestructura vial, altos costos en el servicio de transporte doméstico, limitaciones en vías navegables, falencias en los controles de comercio exterior, costos crecientes en la logística urbana y limitaciones de infraestructura en los pasos de frontera".
Arturo Rojas, director de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias (AAPA) aseguró que "en Argentina ha habido una gran distorsión, corrupción y cartelización de los costos portuarios. Venimos de puertos con alta conflictividad gremial, de falta de solidaridad entre los sectores empresarios, de restricciones en los embarques. Es importante que el actual Gobierno reconoce estos problemas y está llevando a cabo cambios que hicieron que el agro se ponga de pie".
En este sentido, Rojas valoró medidas gubernamentales como la apertura de canales de diálogo para definir políticas a mediano y largo plazo con la creación del Consejo Federal Portuario, la reducción del 20% en el servicio de remolcadores y la extensión de su horario de trabajo en Quequén, de 12 a 24 horas. "Hay una mayor competencia entre empresas y hubo un record de movimiento de mercadería en distintos puertos", reconoció el titular de AAPA.
Gustavo Grobocopatel, presidente del Grupo Los Grobo, ofreció un panorama del sector agropecuario y pronosticó que "vamos a un sistema productivo de altos costos y alta volatilidad, en el que las probabilidades de perder plata va a ser más alta por la dificultad de recortar gastos". Asimismo, brindó una propuesta para mejorar la productividad, basada en tres patas: la innovación, la integración y la inclusión. "Tenemos una lucha que es pensar el sector para los próximos 20 años "por fuera de la caja". Una de las soluciones es incorporar tecnología como la inteligencia artificial para trabajar los campos y medir sus rendimientos".
"Si no estamos integrados es muy difícil lograr competitividad. La integración supone la compra y venta de productos pero necesitamos también el flujo de ida y vuelta en conocimientos e innovación", analizó Grobocopatel. "Tenemos un mundo de oportunidades porque tenemos un mundo que demanda nuestros productos, pero hay que pensar una forma de incluir a la sociedad civil. Necesitamos una visión de esperanza y oportunidades para que sean parte de esta gesta. Si el proyecta integra a las mayorías, podemos avanzar más rápido en la productividad", concluyó.
Al término de la jornada, el presidente de CRA realizó un reconocimiento a los titulares de las entidades agropecuarias que integraron la Mesa de Enlace durante la crisis del año 2008. "Es importante mantener viva la unión de las entidades", dijo Chiesa al tiempo que destacó la importancia de que la política sea màs federal que nunca.
"Hay que buscar cada vez más competitividad. Hay que ir por tratados de libre comercio, donde no se nos condene con aranceles. Debemos ir por lo que necesitamos", sintetizó el presidente de CRA al término de la jornada.