Los precios del bioetanol, que se utiliza para cortar las naftas en un 12%, registran una baja de 4,5% desde octubre pasado y no son los responsables de la suba que se produjo en los precios de los combustibles en el surtidor, indicaron las entidades que agrupan a los productores de caña de azúcar de Tucumán.
La Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), más los Cañeros del Este y los Cañeros de Sur, recordaron que la caña de azúcar es el origen de la mitad de la oferta nacional de bioetanol (la otra mitad se elabora a partir de maíz). Sólo en esa provincia, unos 6.000 productores se dedican a ese cultivo.
En ese sentido, los cañeros mostraron "estupor por ver cómo se engaña a la población, echándole al bioetanol la responsabilidad del aumento de las naftas".
"El último aumento del etanol fue del 3,5% que sólo impacta en un 0,4% en las naftas, pero se mencionan aumentos del orden del 11 al 18%, lo cual es totalmente falso", se defendieron los azucareros.
En ese sentido, compararon lo sucedido desde octubre de 2017, cuando el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, decidió fijar nuevos valores para las usinas de ese biocombustible utilizado para el corte de las naftas.
"Mientras los precios de las naftas subieron un 33% desde octubre el precio del bioetanol bajó 4,2% en el mismo periodo", se enfatizó desde el sector.
Los cañeros hicieron otra comparación para mostrar que la subas de las naftas en el surtidor son responsabilidad exclusiva del sector petrolero: "Entre noviembre 2017 y abril de 2018 la nafta Premium en Estados Unidos aumentó un 2% en dólares, pero en la Argentina aumentó un 17% en dólares", señaló el informe.
En el rubro bioetanol, entre noviembre 2017 y abril de 2018 el derivado de caña aumentó 5,1% en dólares en Brasil, mientras que en la Argentina bajó 16% en la misma divisa.
En ese sentido, las entidades tucumanas afirmaron que los petroleros no pueden echarle la culpa al bioetanol por los últimos aumentos, y dijeron que "el nuevo precio fijado por el Ministerio de Energía para el bioetanol de caña implica una transferencia anual de $2.100.000.000 a las petroleras, sin que los consumidores se beneficien en absoluto".