A raíz de la bajante del río Paraná, que afecta a varias localidades del Norte y Oeste de la vecina provincia, desde la Dirección de Recursos Naturales advirtieron sobre el consumo de peces, y manifestaron que “el cambio de hábitat podría generarles un estado de descomposición que a su vez provocaría daños en la salud de los que los ingieren”.
El titular del organismo, Carlos Bacquet señaló que “aún no se conocieron casos de personas enfermas por comer peces”, pero alertó a tener precaución ya que “la falta de oxígeno y la circulación en aguas sucias que pudieran sufrir los pescados, podrían descomponerlos”.
La preocupación permanece además debido al informe del pronóstico brindado por el Instituto Nacional del Agua, en el que detallaron que no se espera un repunte en los ríos Paraná y Uruguay. En este sentido, biólogos explicaron que “si las aguas continúan en bajante, podrían aparecer los primeros signos de descomposición, porque los peces comienzan a ponerse en posición de buceo por la falta de oxígeno y eso podría generarles la muerte”.
Profesionales en la materia indicaron además que “si se observan manchas blancas extrañas en los pescados, no deben ser consumidos porque podrían estar contaminados o enfermos, por diversos motivos que se encuentran perjudicando a su hábitat”.
Explicaron además que “los síntomas de una persona afectada por consumo de pescado en mal estado son cefalea y molestias estomacales, que podrían ser leves o graves”.
Vale señalar que también el director de Recursos Naturales correntino resaltó que “la situación de la bajante del río puede perdurar durante todo agosto”, por lo que reiteró que “se advierte el cuidado en el consumo de los peces, dada la quietud por la falta del traslado y movilidad habitual, puede traer consigo cualquier tipo de enfermedad”.