El Gobierno argentino se enfrenta a una semana decisiva en relación con las negociaciones que mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las conversaciones deberían ir entrando ya en el terreno de las definiciones de modo que la propuesta pueda ser elevada al directorio del organismo, presumiblemente a parir del próximo viernes, aunque el FMI todavía no tiene agendada la reunión de ese cuerpo.
De acuerdo con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el Board del FMI aprobaría el nuevo entendimiento hacia el final del mes. Eso sería entre el 24 y el 28 próximos.
Las reuniones seguirán desde hoy en el Palacio de Hacienda. De un lado estarán los secretarios de Política Económica, Guido Sandleris, y el de Hacienda, Rodrigo Pena, y del otro el jefe de la misión del Fondo, Roberto Cardarelli, quienes tuvieron que trasladar los encuentros de Washington a Buenos Aires.
El viernes se confirmó que el organismo de crédito suspendió un desembolso para la Argentina de u$s3.000 millones que estaba disponible a partir de septiembre, en virtud de que se está replanteando el programa aprobado en junio.
Cardarelli por estas horas está tanteando la situación política. Dujovne irá hoy al Congreso a presentar el Presupuesto 2019, que se supone, tiene un recorte del déficit fiscal de casi 2,6 puntos del PBI para 2019 (ver más información en página 12). La ley deberá contar con el respaldo de parte de la oposición para que sea sancionada. Como para sembrar dudas, el kirchnerismo, que controla la estructura del Partido Justicialista, le envió una carta a Chirstine Lagarde para que no le habilite nuevos fondos al gobierno de Cambiemos. El mensaje fue el opuesto al de la foto con gobernadores que se sacó la semana pasada el presidente Mauricio Macri.
Por otro lado, mientras se reanudan las negociaciones el presidente del Banco Central, Luis Caputo, iniciará otra semana con la premisa de controlar que el dólar modere su escalada. Durante una reunión del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) Caputo reconoció que "no están dadas las condiciones" para que el BCRA se plante" en defender un valor del tipo de cambio. El presidente de la entidad monetaria se mostró crítico de la idea de dejar liberado al dólar a su suerte, así como de descargar una fuerte cantidad de divisas en el mercado como para conjurar la corrida, tal cual sugieren algunos economistas de la oposición. La cuestión es que el FMI es más bien partidario de la primera de las opciones. Por ello, el nuevo acuerdo contemplará también el rol que tendrá la autoridad monetaria. De lo que está claro es que el Fondo no quiere que el Gobierno retrase el tipo de cambio para controlar la inflación.