El Comité Argentino de Arándanos (ABC) envió hoy una carta dirigida al ministro de Producción, Dante Sica, y al secretario de Agroindustria, Luis Etchevehere, con el objetivo de reclamar la intervención urgente del Gobierno nacional en materia de retenciones, dado que el sistema Malvina de Aduana está funcionando defectuosamente.
Entre los problemas detectados se destacan:
- Cálculo erróneo de las retenciones:
- Si la base imponible FOB es U$ 100, el sistema el suma U$ 12 y sobre U$ 112, calcula las retenciones del 12%, o sea, estamos exportando impuestos.
- Mal funcionamiento del sistema:
- No permite cargar Envíos en Consignación, lo que permitiría diferir el pago de retenciones al momento del cierre del permiso de embarque.
- Tampoco se ve reflejada la posibilidad de diferir el pago de retenciones a 60 días para aquellas empresas que hayan vendido menos de U$ 20.000.000 en 2017.
- Obliga a salir con permisos de embarque en firme, obligando además a pagar las retenciones (mal calculadas) en el momento del embarque.
“El impacto financiero del pago anticipado o a 15 días de la salida de la carga tendrá efectos nefastos, ya que nadie tenía presupuestado esa erogación ni la competencia internacional da margen para ese sobrecosto, la que se suma a las desventajas competitivas de costos laborales, carga tributaria y duties a pagar en destino, como por ejemplo 30 % en China, contra 0 % de Perú”, aseguró Federico Baya, presidente del ABC.
En este sentido, desde el ABC destacaron que “al realizarse el cálculo de las retenciones sobre el precio FOB de la fruta, el pago que realizamos es sobre el costo de mano de obra de cosecha y empaque, insumos de empaque como cajas, potes, mantas térmicas, etiquetas, todas de industria nacional, flete interno, tarifas eléctricas y toda la cadena de insumos y servicios involucrados en esta producción regional”.
“El impacto sobre el ingreso del productor para valores FOB de 5 dólares por kg. esperados para dentro de 10 días, determinará retornos negativos para el productor, produciendo quebrantos, o bien quedará producción en planta sin ser cosechada, con las consiguientes pérdidas de ingreso de divisas y puestos de mano de obra de cosecha y empaque”, concluyó Baya.