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La devaluación planteó un escenario muy distinto para las estrategias del sector vitivinícola

Abril, mayo y junio marcaron un cambio sustancial de las variables de contexto argentino que tienen un impacto significativo en el sector vitivinícola, según lo que plantea el Informe Tercer Trimestre 2018 de la vitivinicultura argentina, elaborado por la División Vinos del Banco Supervielle.

El trabajo realizado por el economista Javier Merino, junto a los ejecutivos de la entidad financiera Gustavo Escande; Adrián Rizzo; y Leandro Zingoni, explica que las amenazas en el mercado doméstico son de gran intensidad pero pueden ser compensadas por las oportunidades que da la depreciación de la moneda local en la exportación.

El informe explica que se viene con siete años de caída, pues desde 2011 el sector ha perdido ventas por más de 19.000 millones de pesos (en moneda constante de junio de 2018); es decir un derrumbe del 26 por ciento que es por demás elocuente, si se tiene en cuenta su condición de sector de largo plazo con pesadas inversiones en activos fijos.

En este contexto aparece como novedad la devaluación, ya que luego de la crisis que comenzó en mayo de este año y su impacto en los precios relativos, especialmente en el tipo de cambio, la tendencia puede revertirse en 2019, y esto significaría un cambio de signo luego de siete años de caída.

Sobre el mercado doméstico, todo parece indicar que la facturación continuará su declinación, y a la disminución de casi 10% que tendrá en 2018, se agregará otro probable 4% en 2019, situándolo así en la cifra más baja de los últimos 20 o 30 años, estiman los especialistas.

Menor consumo per cápita, cambios de hábitos de los consumidores que impulsaron otros estilos de vinos, competencia agresiva de otras bebidas, y una caída del salario real, explican la pobre performance, agrega el trabajo.

En cuanto a la exportación, el informe de la División Vinos del Banco Supervielle, explica que las perspectivas son distintas.

A pesar de representar algo menos de un cuarto del volumen comercializado total contribuye con el 34% de la facturación y se espera alcance el 39% en 2019, en lo que será -presagian- la participación más elevada de la década.

Se basan para ello en un aumento sustancial del tipo de cambio, precios relativos elevados de exportación y una reacción en volúmenes de venta para 2019, donde se estima un cambio de tendencia de la facturación total en más un 4% en moneda constante, gracias a un incremento de más de 20% en la factura de exportación luego de cerrar 2018 con un 7% más que en 2017.

El último lustro de las exportaciones mundiales de vino ubican a los argentinos undécimos en el ranking mundial en valor para las proyecciones de 2018 con un share del 2,1%, y se espera que crezcan un 11,7%

Estados Unidos sigue liderando las exportaciones argentinas de vinos con más del 38% del total, aunque su participación ha bajado considerablemente en los últimos años y los casi 5 puntos perdidos allí se han ganado en el mercado inglés, que nuevamente ha pasado a la segunda posición, mientras que todos los países productores apuntan a China, motor de la expansión mundial de comercio de vinos, apunta el informe del Banco Supervielle