El año comenzó al rojo vivo en los tambos. Con una temperatura que arañó los 40 grados en la cuenca lechera central, el miércoles el índice de temperatura y humedad (ITH) tocó a la siesta un pico de 89 puntos en el INTA Rafaela. En ese momento, en Santa Fe, la sensación térmica superaba los 60 grados en el centro de la ciudad.
Un pico de 89 puntos en el ITH es un nivel que se considera de emergencia y de los más altos en la escala, por el riesgo que implica para las vacas, que sufren condiciones de estrés térmico que impactan en forma severa en la producción de leche.
Para ayudar a los tamberos en el manejo, el INTA desarrolló una plataforma web que permite calcular el ITH en las distintas zonas lecheras.
Cuando supera los 60 puntos es considerado un nivel de moderado a severo y es fundamental tomar medidas para mitigar las consecuencias del calor en el rodeo.
Con la tormenta del miércoles a la tarde, la temperatura descendió, pero es importante recordar que hay varias medidas que se pueden tomar para mitigar el impacto del calor en el ordeñe.
Uno de los primeros puntos son las aguadas, que deben proveer agua de calidad, fresca y abundante. Hay que tener en cuenta que una vaca de alta producción, que en el ordeñe da entre 30 y 40 litros diarios, necesita entre 120 y 150 litros de agua por día.
Cuando las vacas no disponen de sombra suficiente, la colocación de media sombras en los corrales de espera de la sala de ordeñe y también de ventiladores y aspersores -para refrescar con agua a los animales- también es central.
En cuanto a la nutrición, hay que adaptar la ración disminuyendo los alimentos fibrosos e incrementando los concentrados en energía (dieta fría). Y también se deben evitar desplazamientos excesivos del rodeo bajo el rayo del sol.