"El mercado japonés es muy exigente pero paga muy bien cuando hay buena calidad. Hay más de 200 millones de habitantes y es un mercado potencial muy bueno. Nueva Zelanda y Australia son los principales proveedores de Japón, pero la característica del cordero patagónico es que es más chico, come pastos mas duros y tiene una ternura especial", indicó Levy en diálogo con Télam.
El frigorífico Faimali, del Grupo Benetton y ubicado en Río Gallegos, exportará 13 toneladas de carne ovina congelada sin hueso por primera vez a Japón, tras el envío de muestra sin valor comercial realizado por la empresa a mediados de abril.
Tras la apertura del mercado japonés para la carne ovina y bovina en 2018, desde Faimali se pusieron en contacto con una empresa importadora de carnes japonesa.
"Le mandamos la primera muestra para que se hagan las pruebas necesarias", las cuales resultaron exitosas, por lo que se convertirá en el único frigorífico argentino que exporta a dicho destino, remarcó Levy.
"Hace años que se quería abrir el mercado japonés para el cordero patagónico. Es un mercado con buen poder adquisitivo que puede pagar esa carne", destacó.
Por otro lado, el controller de gestión de Faimali hizo un análisis sobre el sector ovino y sobre la industria frigorífica patagónica.
"El sector ovino pasa por un momento particular. Por los problemas climáticos y la superpoblación de guanacos, en Patagonia se redujo a la mitad las cabezas de ovinos en los últimos años", indicó Levy, al mismo tiempo que sostuvo que en el año pasado hubo un buen invierno pero una primavera muy ventosa y seca, lo cual afectó la producción.
Según Levy, hoy hay más dos millones de guanacos en la Patagonia, cuando hace aproximadamente 20 años había 400.000 y compite mano a mano por el pasto con la ganadería ovina.
Asimismo, remarcó los problemas climáticos y la falta de agua en la región, cuestión que también afecta a la producción.
"Es una alarma que siga cayendo la producción. Hoy se estabilizó un poco, pero depende de factores exógenos", dijo el ejecutivo, y agregó que "hoy los frigoríficos podrían producir el doble, pero el tema es la disponibilidad de materia prima".
Según cálculos de Levy, los frigoríficos exportadores en Río Gallegos faenan alrededor de 500.000 cabezas al año.
Respecto de la industria frigorífica especializada en corderos, Levy destacó que "se está desarrollando mucho más que hace 10 años".
"Antes el cordero se dejaba en carcaza (cordero entero) y ahora se corta gran parte de la producción. Hay una clasificación y estandarización de los cortes. Hoy estamos haciendo muchos cortes adaptados a cada consumidor", sostuvo.