El Laboratorio de Investigación y Desarrollo para la Cerveza Artesanal (LIDCA) ganó un subsidio que le permitirá financiar la búsqueda de levaduras nativas que puedan potencialmente servir para producción de cerveza artesanal con carácter local. El LIDCA está a cargo de Andrés Arruebarrena Di Palma y Cintia Pereyra, ambos biólogos egresados de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), junto con las investigadoras Claudia Casalongué del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB-CONICET, UNMDP) y Elena Agueda Massa del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC-CONICET, UNMDP).
La empresa LIDCA fue fundada por Pereyra y Arruebarrena, que junto con las investigadoras Casalongué y Agueda Massa presentaron el proyecto a la convocatoria “Agregando Valor” de la Secretaría de Políticas Universitarias y resultó ser uno de los seis proyectos aprobados, de todos los presentados desde la UNMdP, para ser financiados. Esta iniciativa está destinada a financiar proyectos de Vinculación Tecnológica pertenecientes a investigadores de la UNMDP.
Sobre este logro, Casalongué afirma que “es una oportunidad de unir el sector productivo y la investigación a través de la demanda específica de LIDCA para identificar cepas nativas de levaduras. Además, este proyecto plantea la posibilidad de optimizar e innovar sus sistemas de producción, basado en la valoración de recursos marinos produciendo valor agregado a productos de nuestra ciudad con un gran aporte de originalidad en la industria cervecera”.
En LIDCA se llevan a cabo varias actividades. Por un lado, se producen levaduras cerveceras en formato líquido -de nombre comercial Gaer-. Por otro lado, proveen de servicios a terceros, entrenando de manera personalizada a distintos productores cerveceros en el manejo de levaduras y fermentaciones en fábrica. Además, poseen un Taller de Microbiología Cervecera Práctica (MCP), donde capacitan a cerveceros de diversos volúmenes de producción en aspectos microbiológicos de las levaduras y las fermentaciones. También han comenzado a realizar análisis en los parámetros de calidad de muestras de lúpulo, otro insumo clave en la industria cervecera.
El equipo
Pereyra es becaria postdoctoral del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología (INBIOTEC, CONICET) y Arruebarrena es becario postdoctoral del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB, CONICET- UNMDP) y en el año 2013 comenzaron a fabricar cerveza artesanal como pasatiempo. Así advirtieron que entre los insumos básicos de la cerveza estaban las levaduras. Con su bagaje de formación biológica con foco en la microbiología, se propusieron producir las levaduras para fabricar su propia cerveza, y dieron inicio a este proyecto.
LIDCA actualmente se encuentra incubada en la Incubadora de Empresas de la UNMdP. “Cuando logramos armar un proyecto, tras dos años de trabajo, conocimos a la Incubadora, establecimos el vínculo y empezamos a hacer crecer a LIDCA. Lo primero que hicimos fue un plan de negocios, que no sabíamos hacer solos, de modo que trabajamos con profesionales de diferentes carreras en el marco de la Incubadora. El resultado de este trabajo en conjunto permitió finalmente establecer y hacer crecer como emprendimiento a LIDCA”, cuenta Arruebarrena.
“Nuestro gran sueño es trabajar a tiempo completo en este proyecto y seguir vinculados a la UNMDP, porque nosotros nos formamos en esta casa de estudio. Hay muchos estudiantes formándose como profesionales que están capacitados para participar en actividades profesionales en empresas y emprendimientos como LIDCA. Es un orgullo para nosotros poder generar un espacio para absorber estos profesionales. Vamos a seguir avanzando también en hacer ciencia dentro de este proyecto, con fuerte base de investigación y desarrollo”, concluye el científico.