La ExpoBRA reunió en Santiago del Estero a la ganadería nacional, con motivo de grandes remates y la presencia de más de 500 reproductores de unas sesenta cabañas expositoras de todo el país.
Así lo contaba en diálogo con Radio Campo -por Radio Colonia- el director de Brangus, Jorge Sedelli, que hizo hincapié en que la genética es un proceso lento y acumulativo. “No vemos cambios drásticos de un año para el otro”, dijo.
En esa línea, comenta que los cambios o el progreso se ve en las categorías más juveniles, en animales de dos a tres años, con una genética que se puso cuatro años antes. “Es un proceso continuo y cuando hay estímulos para producir, el hombre de campo siempre está presente, invierte, y eso se nota en mejoras”, agregó.
Además, Sedelli advirtió que ha sido el mercado internacional el que empujó las inversiones en el sector: “El mundo pide carne vacuna y Argentina y el Mercosur en general son los únicos que pueden abastecer por su capacidad productiva”.
“Argentina todavía viene atrasado en su proceso de capacidad ociosa, en comparación con países como Uruguay, por ejemplo, pero puede producir mucho más todavía y abastecer bien la demanda externa”, concluyó.