El último reporte del USDA no generó grandes sorpresas para la soja. Respecto a la campaña norteamericana, mantuvo el área y aumentó levemente los rendimientos, resultando en una producción de 112,5 millones de toneladas, sostiene la Bolsa de Cereales de Córdoba. A pesar de un incremento en la molienda, los stocks finales para la nueva campaña se ubicarían en 11,6 millones de toneladas, 800.000 toneladas por encima del mes anterior.
En relación con los pronósticos meteorológicos para el próximo mes, se observa una probabilidad de temperaturas por encima de lo normal que podrían afectar al cultivo en conjunto con precipitaciones dentro de rangos normales para las zonas productoras. De esta manera, si los pronósticos se cumplen podría haber complicaciones para los cultivos de soja y maíz mientras atraviesan su período crítico.
A la fecha, el 68% de la soja se encuentra en estado bueno/excelente, contra el 71% de la semana previa. Respecto al estado fenológico, el 48% se encuentra en floración cuando el promedio para esta época es del 40%. En Chicago, los fondos especulativos han incrementado sus posiciones compradas mientras que las posiciones vendidas son las
más bajas desde junio de 2016. De esta manera, la posición de los fondos continúa siendo comprada, demostrando la expectativa acerca de un escenario alcista para la oleaginosa.
A nivel global, la producción de la oleaginosa se proyecta en 362,5 millones de toneladas, 400.000 toneladas menos que en el reporte del mes de junio. Por el lado la demanda, el consumo es nuevamente incrementado y se ubica en un récord de 363,6 millones de toneladas, lo cual se traduce en una caída en las existencias finales, al menor valor de las últimas cinco campañas.
En el mercado local, las compras de la industria y los exportadores alcanzaron los 26,3 millones de toneladas, por debajo del promedio de las últimas cinco campañas, mientras que, en términos de producción, se ha vendido poco más de la mitad de la cosecha. A la fecha, las compras de los industriales alcanzan los 19 millones de toneladas, 400.000 toneladas por encima del promedio, y las de los exportadores se ubican en 7 millones de toneladas. Luego de un arranque fuerte, la comercialización se ha ralentizado, principalmente debido a los bajos precios de la oleaginosa que desincentivan su venta.