“Además de ser el primer productor y consumidor mundial de carne porcina, China ahora se ha transformado también en el primer importador global de ese producto”. Así lo indica el último informe sobre comercio internacional de productos cárnicos publicado por el Foreign Agricultural Service del USDA.
“La mayor parte del crecimiento de las importaciones chinas de carne porcina fue capturado por la Unión Europea, que mantiene un 70% de participación en ese mercado gracias a un saldo exportable enorme combinado con bajos precios y un tipo de cambio ventajoso”, añade. El segundo proveedor de China es EE.UU.
“Las subas de los precios internos de la carne porcina en China estimularán la recuperación del stock porcino con un aumento de la producción previsto para 2017. Pero eso reduciría marginalmente el ritmo de las importaciones previstas para el año que viene”, indica el informe del USDA.
Mientras que en 2014 las importaciones chinas de carne porcina sumaron 761.000 toneladas peso carcasa (12,0% del total mundial), en 2015 fueron de 1,02 millones de toneladas (15,3%). Pero el USDA proyecta que en 2016 terminarán siendo de 2,40 millones de toneladas (28,8%).
Los principales exportadores de carne porcina (una manera de agregarle valor a la producción de granos) serían en 2016, según proyecta el USDA, la Unión Europea con 3,30 millones de toneladas peso carcasa, seguida por Canadá (1,35 millones), Brasil (900.000 toneladas), China (180.000 toneladas) y Chile (175.000 toneladas).
La ironía es que Chile importa granos de la Argentina, los transforma en carne porcina y, gracias a los Tratados de Libre Comercio (TLC) establecidos con naciones asiáticas importadoras del producto, puede colocar el mismo en tales mercados con preferencias arancelarias.