Fundación Barbechando- Por Florencia Ricchiuti y Santiago Ricca
El primer semestre del 2022 deja un pobre resultado, con menos sesiones y leyes sancionadas. En Diputados, la paridad de fuerzas genera una paralización en los acuerdos, mientras que, en Senado, la agenda del oficialismo venía acelerada y menguó en las últimas semanas. La demora en la conformación de las comisiones fue histórica. La agenda del agro, casi sin avances.
El 2022 fue un año atípico según señalan los principales referentes legislativos: a pesar de contar con un Congreso equilibrado y de no ser año electoral, la actividad parlamentaria fue en descenso. Se sancionaron casi la mitad de las leyes respecto del 2021, y las sesiones -que todas fueron especiales- además se redujeron en un tercio.
¿Los motivos? El empate técnico entre las dos bancadas mayoritarias -el Frente de Todos y Juntos por el Cambio-, con casi idéntica cantidad de diputados y senadores en cada una de las Cámaras, generaron la imposibilidad de acuerdos. Las negociaciones se frustraron más de una vez, y, también, las diferencias en los propios espacios obligaron a repensar estrategias internas y evitar fugas o quiebres en las coaliciones.
Sin embargo, el último mes se pudo visibilizar cierta tendencia a avanzar con paquetes productivos de leyes, especialmente en Diputados -industria automotriz, cáñamo y bio y nanotecnología-. Mientras tanto Senado se mantiene activo con la agenda judicial y económica más polarizada, proyectos que encuentran su freno en el Senado de la Nación.
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La agenda agro: pocos proyectos y preeminencia del oficialismo
Al igual que el año pasado, la agenda de la AgroBioIndustria tuvo pocos resultados. Sólo se sancionaron tres leyes: la promoción del cannabis medicinal y cáñamo industrial, la prevención y control de la resistencia a los antimicrobianos para humanos y animales y la prórroga y modificación a la ley de biotecnología que amplió el alcance a la nanotecnología.
Con respecto a la autoría de esas leyes, la agenda del oficialismo logró imponerse, donde dos de los tres proyectos impulsado fueron par parte del Poder Ejecutivo y, el restante, del Socialismo.
Mientras tanto, quedan a la espera de tratamiento y con algún movimiento en comisión en lo que va del año el proyecto de fomento de exportaciones agroindustriales (CAA) y la modificación de la ley de emergencia agropecuaria.
La agenda ambiental sí estuvo más activa, ya que en el primer semestre tanto Diputados como Senado avanzaron con la sanción de cinco Parques Nacionales y la gestión de neumáticos fuera de uso. Más del ochenta por ciento de estas iniciativas fueron impulsadas por el oficialismo y sólo uno por la oposición de Juntos por el Cambio.
Comisiones: una réplica de la escasa actividad legislativa general
El ejemplo más concreto de las difíciles negociaciones entre oficialismo y oposición fue la conformación de comisiones. Es histórico que Diputados haya terminado de conformar sus comisiones hacia fines de junio -el plazo general es entre marzo y abril- y la mayor sorpresa es que en el Senado de la Nación ni siquiera terminaron de hacerlo.
Producto de la demora en la conformación, la productividad de las comisiones -cuerpos técnicos para el análisis de los proyectos de ley- es casi nula. La conclusión es casi igual a la de sesiones y leyes: menos reuniones de comisión y menos dictámenes.
En Diputados, Agricultura y Ambiente aumentaron su actividad, con algunas reuniones informativas y otras para emitir dictámenes de proyectos ya consensuados. Economías regionales sigue invicta, como en el 2021.
En Senado, la paralización es más evidente. La Comisión de Agricultura no se ha reunido ni una vez, como así tampoco la de Economías Regionales. Ambiente en cambio sí mantuvo su promedio de actividad con reuniones propias y conjuntas. En paralelo a lo que sucedió con la homónima comisión de Diputados, los Parques Nacionales son los que motivaron estas reuniones y dictámenes.
La Mesa de entradas: termómetro de la agenda pública
Dentro de las iniciativas de ley que impulsan diputados y senadores nacionales, hay tres categorías principales que concentran el 60% de las propuestas: ambiente, economías regionales y emergencia agropecuaria.
En la primera categoría, proyectos sobre humedales, incendios y penalizaciones por daño ambiental son las de mayor presencia.
En el caso de las economías regionales, se encuentra una proporcionalidad de cultivos regionales, donde la uva, el tabaco, la yerba mate, frutas y verduras y leche son las principales propuestas de promoción.
Por último, el tema emergencia agropecuaria, por exceso hídrico o sequías, reúne el tercer eje de propuestas.
¿Qué pasará en lo que resta del año?
Aún el Congreso está debatiendo si se hará lugar al tradicional “receso de invierno” o mantendrá la actividad legislativa durante las vacaciones.
Sí hay una certeza y es que el segundo semestre no pareciera ser muy distinto al primero, donde las fuerzas empatadas buscarán mínimas negociaciones que no generen inclemencias internas, es decir, no abrir a debate temas que dividan a los propios frentes.
Desde Barbechando aspiramos a que el Congreso pueda activar y empezar a buscar acuerdos de mínima. Hay temas de la agenda económica y social que no pueden mantener ajena a la clase política. Se requiere empezar a pensar las políticas públicas, de consenso, para proyectar los próximos cincuenta años, para una Argentina que tiene todo el potencial para crecer.
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