Tras su reciente proclamación como nuevo monarca del Reino Unido de la Gran Bretaña, el rey Carlos III fue tendencia en redes sociales y los principales navegadores de internet por una curiosa actitud sustentable.
Tras la muerte de su madre, la Reina Isabel II, los súbditos y sociedad internacional desean conocer aspectos peculiares del nuevo soberano. Uno de ellos gira en torno a su compromiso en la lucha contra el cambio climático.
Durante su cumpleaños de 21 la reina Isabel II le regaló a Carlos un automóvil Aston Martín DEB5, y contrario a lo que podría pensarse, este no utiliza combustibles fósiles, a diferencia de la mayoría de vehículos.
El motor funciona con bioetanol fabricado a partir de vino blanco y productos residuales derivados de la elaboración de queso. De acuerdo con Sir Michael Gerrard Peat, secretario particular de Carlos de 2002 a 2011, los gases liberados no huelen a queso o vino, sino a vodka.
El combustible se compone 15 por ciento de gasolina normal y 85 por ciento de combustible sintético no fósil, lo que permite reducir las emisiones de carbono en 18 por ciento. Las modificaciones en el auto tuvieron un costo aproximado de 6 mil 300 euros.
Entre otras medidas ecológicas que el rey adoptó, se destacan su alimentación, en la que restringió el consumo de carne y pescado a dos veces por semana; y evita la ingesta de lácteos.
Por último, opta por evitar la mayor cantidad de vuelos en avión posible e implementa energía solar en sus residencias.
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