La situación productiva en los campos de la zona es crítica debido a la escasez de lluvias, vientos fuertes, crisis hídrica y erosión de suelos. “Estas causas afectan con mortandad de animales y pérdidas muy significativas en lotes de cebolla, zapallo, maíz, entre otras producciones”, aseguró Elbio Laucirica, el presidente de Coninagro, que se mostró preocupado tras dialogar con productores afectados. Seguimiento y monitoreo del tema.
Voces de productores
Algunas voces que humanizan este oscuro panorama productivo tratan del testimonio de productores de cooperativas integradas a Coninagro, como el caso de Hipólito Carmody, un joven de 37 años, Lic. en Administración Agropecuaria y que, según relata, hace 12 años que trabaja en un establecimiento familiar de tercera generación en el partido de Patagones, al respecto pronunció: “Estamos en el partido más grande y austral de la provincia de Buenos Aires, con más de 1.300.000 hectáreas, aquí la diagonal árida está pegando fuerte, estamos atravesando una sequía que en esta zona se ha prolongado, este es un año atípico que está castigando severamente a la región”, comenzó explicando el productor agropecuario y agregó que: “las consecuencias las sufrimos en lo referido a descapitalización de hacienda y erosión eólica en los suelos”, a su vez Carmody indicó: “esperemos que se revierta, es alarmante la situación, sigue sin llover aun estando en primeros días de diciembre. En donde más ha llovido se registraron apenas 200 mm cuando históricamente en Patagones se han registrado entre 430 mm a 450 mm promedio. En 2008, 2009 atravesamos una sequía más agresiva pero menos prolongada, hay productores que se han preparado a partir de esa experiencia y han implantado pasturas perennes, promoción de pastizales naturales y otros manejos sustentables”.
Por otro lado, otro productor cooperativo, ganadero y hortícola, en este caso asentado en Pedro Luro, es Benito Rodríguez, que define a la situación como “crítica” en el sur de la provincia, en el distrito Villarino: “el sector está visiblemente afectado, hay vacas muriendo, prácticamente no se registraron lluvias, muchos productores están perdiendo lotes completos de cebolla, zapallo, maíz. La última lluvia fue en abril, la semana pasado cayeron 28 mm pero sirvió apenas para apaciguar esta problemática climática. No llueve, hay mucho viento y se siente la crisis hídrica, hay menos agua que años anteriores, inclusive en esta zona hay muchos productores que migraron para otros distritos y zonas, como Viedma, General Conesa o San Javier, porque allí están al lado del Río Negro y acceden a regar con más agua y de mejor calidad”.
“Este panorama es preocupante sumado a los altos costos de insumos para producir, hay proveedores que no tienen precios fijados para vender. Por ejemplo, antes de las elecciones una bolsa de urea de 50 kilos la conseguías desde 7 mil a 13 mil pesos y hoy piden entre 45 a 50 mil pesos una bolsa. Eso dificulta el cultivo de la cebolla y otras economías regionales”, redondeó.
Finalmente, completó el panorama Amado Chcair, productor agropecuario de la zona de Secano del partido de Villarino: “lo que estamos pasando debido a esta gran sequía, diría que es una situación caótica, las consecuencias son muy complicadas para el sector; la primera es la gran descapitalizacion por la venta de vacas madres, se hace destete precoz y se vende la madre a faena, el destino del ternero destetado es incierto, la recría es la que primero se sacó porque era la más rápida para moverla. Todo lo que sale de las ventas se gasta en comida para lo que queda. La parte financiera también se va complicando, los costos de suplementar cada semana son mayores, si tenemos en cuenta que cuando empezamos a dar de comer, hace 6 ,7 meses atrás un rollo valía 19.000 pesos puesto en el campo, y ahora no se consigue por menos de 50.000. Ni hablar de lo que se va a pagar de impuesto a las ganancias, a pesar de que las ventas son forzosas. Pero a mí modo de ver las consecuencias más graves de esta situación se van a potenciar el año que viene con bajos porcentajes de preñez, sin reservas forrajeras, sin granos porque de la cosecha fina prácticamente no va a haber, los verdeos de verano son insuficientes,o sea un horizonte muy oscuro”, resumió y sobre la escasez de precipitaciones, el agricultor de 70 años añadió: “los registros de lluvia están entre 130 y 210 mm. Esperemos que lleguen las benditas lluvias porque la lucha se hace muy cuesta arriba”.