Desde la Bolsa de Comercio de Rosario afirmaron que las lluvias que se registraron por arriba de lo normal, durante la primavera, fueron un Game Changer” para el sector rural.
En este sentido, en el informe de la BCR, explican que “-Game Changer-“es una expresión que se usa para referirse a un evento que cambia drásticamente la forma en que se desarrolla una situación. Y define muy bien el cambio que hubo de una sequía severa, que abarcaba casi por entero a la región (como muestra la imagen de agua para una pradera y para el 1er metro del suelo, al 10 de octubre de este año 2024), a hoy, cuando las reservas hídricas no son un problema”, amplían.
La Niña muy débil y las lluvias se hicieron presentes
En este sentido, el consultor Elorriaga indica que “la primavera llegó a su fin y el balance del trimestre es altamente positivo”. Y agrega: “En el comienzo del 2024 los pronósticos de escala planetaria preveían lluvias muy por debajo de la media a partir del mes de octubre, con una intensificación de la escasez pluvial en el último mes del año”, pero asegura que “la Niña sufrió un fuerte debilitamiento. Aparte, las precipitaciones se vieron muy favorecidas por condicionantes de escala regional: la intensa circulación de sistemas frontales desde la Patagonia, un gran aporte de humedad desde el Atlántico (que se mantuvo más caliente de lo normal) y temperaturas máximas mayormente moderadas, sin valores récord ni olas de calor”.
En tanto, desde la BCR, afirman que “la primavera 2024 será recordada porque en octubre había una fuerte incertidumbre por tener que afrontar una campaña con márgenes muy ajustados y sin agua. Con la recuperación hídrica, se puede afrontar una campaña en con ánimos más alentadores.”
Las lluvias superaron el promedio en la región núcleo
“La primavera para la región núcleo tiene una media que ronda los 300 mm y el año pasado —con un Niño fuerte— la región promedió 330 mm. Sin embargo, en este 2024, la primavera superó esos valores al registrar una media de 410 mm”, enfatizan.
Por otra parte, el consultor Elorriaga expresa que “se ha multiplicado la frecuencia de los eventos de clima extremo. Vientos intensos, tornados, granizo y una inusual caída de agua en cortos periodos de tiempo que han causado importantes daños”.
Además, desde la BCR, manifiestan que “en esta primavera 2024 se destacan también lluvias más intensas que causaron complicaciones en las labores. Este año hubo mayores problemas en las siembras por “efecto planchado” en soja, anegamientos y pérdidas en lotes bajos y escapes de malezas.”
Lluvias para el 2025: ¿qué pasará?
En este marco se interrogan: “¿Falta de agua y ola de calor para los próximos días, y con baja humedad relativa? Hay temor porque, para escapar de la chicharrita, se apostó por la siembra de los maíces tempranos (muchos se hicieron en la segunda quincena de octubre) y estos cultivos están próximos a transcurrir sus etapas más críticas de definición de rinde. Por eso son tan importantes las lluvias que se dieron en la última semana”, suman.
En tanto, Elorriaga comenta que “en la madrugada del miércoles 1° de enero, se esperan precipitaciones en el oeste de la zona GEA, que se irán generalizando con el correr de las horas”.
“Las temperaturas aumentarán paulatinamente, alcanzando máximos de 33 a 35°C el martes 31 de diciembre, pero los registros tienden a descender a partir del miércoles 1° de enero tras el ingreso de un sistema frontal frío”, agregan desde la BCR.
Así las cosas, prevén que, a mediano plazo, “los indicadores para el primer mes del nuevo año no son tan positivos”. Elorriaga indica que “probablemente, la provisión pluvial de enero se encuadre más por debajo de lo normal que por encima. Podrían notarse los efectos de “La Niña”. Por esto es tan importante la recomposición de los perfiles alcanzada en los últimos meses y el alivio que tuvimos de temperaturas moderadas”.
¿Cómo llegan los cultivos para fin de año tras las lluvias?
“Hace un año, bajo la influencia del fenómeno “Niño”, los cultivos de la región núcleo mostraban un panorama alentador: el 95% del maíz temprano y el 75% de la soja de primera estaban entre muy buenos y excelentes. A finales de 2024, el 85% del maíz temprano y casi toda la soja se encuentran en condiciones muy buenas. Es importante aclarar que el año pasado casi 2 millones de hectáreas se destinaron a maíz y en éste serían 1,3 millones ha. El maíz tardío pasó a cubrir un 30% del área en 2023 a un 10% en este 2024”, finalizan desde la BCR.