Tras la contundente existencia de chicharrita de maíz en lo que respecta a la última campaña de maíz, Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (Aappce) elaboró un estudio e hizo referencia a la situación junto a la mirada de asesores agrónomos distribuidos en el país.
En este sentido, Fabián Gamba, responsable del relevamiento de la organización y uno de los asesores del Centro de Santa Fe de Aappce, expuso que “un evento de esta magnitud genera un ´mazazo´, descoloca, genera un sentimiento de sorpresa a nivel profesional y del productor. Más allá de la expansión de una adversidad, lo que se pone en riesgo es parte del negocio del productor”.
“De todas maneras, en general, son muy pocos los asesores nucleados en nuestra asociación, quienes deciden abandonar la recomendación de la siembra de maíz a productores, al menos por este año, independientemente que consideran un riesgo económico/productivo muy alto no contar con herramientas tecnológicas efectivas”, relató.
En el informe, indica que: “mientras que algunos otros por diversas razones, como la necesidad de contar con maíz para consumo animal o profesionales de zonas endémicas que siguen apostando al maíz por otras razones, manifiestan que van a incluir el cultivo, pero reduciendo la extensión de la superficie de siembra”.
Además, Gamba añadió que “desde Aappce hay un consenso generalizado sobre la necesidad de ser muy cautos a la hora de planificar la siembra y analizar el contexto en que se desarrolla la plaga sobre todo en el invierno”.
En este contexto, Martín Galli, coordinador técnico general de la entidad, expuso que hay que mirar “países vecinos, como Brasil, donde la problemática de la chicharrita está instalada hace unos años, no se ha bajado la superficie de maíz”.
Y agregó: “En la medida que vayamos ganando experiencia en el manejo, recolectando información, aprendiendo, y cada actor haga su parte, las soluciones a la problemática van a ir generando la confianza que el productor y el asesor necesitan para que el maíz vuelva a tomar protagonismo en las zonas donde hoy puede haber incertidumbre”.
En tanto, desde la entidad sugieren el monitoreo de temperaturas mínimas, que en ocasión de un invierno crudo genera una alta probabilidad de muerte de la plaga. “Sin vector no hay diseminación de los patógenos”, dijeron. “También es crucial obtener información más precisa sobre el comportamiento de la genética actual”, expresaron.
“Desde Aappce resaltan para las siembras de maíz tardío considerar la importancia de monitorear los cultivos sembrados más temprano, con el fin de evaluar evolución de las poblaciones del insecto”, señalaron.
Red Nacional de Trampas para el monitoreo de Chicharrita
En este marco, indicaron que “la idea es contar con una herramienta más para medir su dinámica de vuelo”.
“Hasta el momento, esta plataforma, que busca generar alertas públicas y gratuitas, cuenta con más de cien sitios de muestreo confirmados por parte de los integrantes de Aappce. Esta propuesta inicial de la asociación ha sido fortalecida con la alianza estratégica de Aapresid, CREA, Maizar, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) y cuenta con la colaboración del INTA”, añadieron.
“Para combatir esta problemática actual, es crucial mantener poblaciones de Chicharrita bajas y manejables en los lotes, lo que resultará en una menor carga patogénica en el cultivo. En este sentido, el manejo cultural puede ser un gran aliado para dificultar la vida del vector y limitar sus vías de supervivencia y reproducción”, enfatizaron.
Asimismo, Gamba subrayó que “sabemos que la chicharrita es una especie monófaga, por tanto, parte del manejo cultural consiste en eliminar de manera continua los nacimientos de maíz guacho y programar las siembras de nuevos maíces en forma acotada en el tiempo, de esta manera la plaga tendrá escases de alimento nutritivo necesario para su crecimiento poblacional y reproducción”.
Por su parte, Galli, sumo: “también es importante recordar que el maíz es el único cultivo donde la chicharrita puede reproducirse, por lo que si eliminamos maíz guacho aparte de no poder alimentarse no tiene donde reproducirse, por lo que disminuye su población. Esto es muy importante en periodos donde no hay heladas”.
“Donde no hay maíz sembrado también es fundamental recalcar la eliminación del maíz guacho en otros cultivos, como la soja. Un tema no menor es que en el maíz es donde también se multiplica la enfermedad, por lo tanto, también al eliminar el maíz guacho, eliminamos el ´puente verde´ de la enfermedad”, subrayó.
Resaltaron que la solución al verdugo del maíz arribará con la suma de las herramientas (innovación genética, manejo cultural, control químico y también biológico), “pero principalmente con el compromiso de todos y con el conocimiento técnico como aliado para afrontar la incertidumbre”, finalizaron.