Los grupos RPB (Baggio) y Peñaflor comercializan vinos importados desde Chile. Estas mega-empresas junto a FECOVITA hace poco tiempo denunciaban el sobre stock vínico, que al parecer no era tal cuando se puso en marcha la compra de esos caldos de parte del estado.
Ahora RPB y Peñaflor, nuevamente tratan de sacar ventajas con el tema del stock, pero en esta oportunidad hablan del bajo stock, y aprovechando las leyes vigentes además del tipo de cambio están importando vino a granel que fraccionan y venden en el mercado nacional.
A pesar de que la Ley impositiva (8923) establece un aumento en la alícuota que grava los vinos importados a los efectos de equiparar el precio con los vinos locales y de esa manera proteger la producción local, han ingresado unos 14 millones de litros desde octubre del 2016 hasta enero del 2017. Estos volúmenes han sido introducidos en el País por dos de los grandes grupos empresarios que desde hace bastante tiempo manejan el precio del mercado. Se trata de la empresa RPB (Baggio) y Peñaflor.
No se pretende que nos cerremos al mercado internacional, debemos estar integrados al mundo, pero estas acciones se deben desarrollar con inteligencia, con políticas orientativas que alienten la exportación y desalienten la importación, salvo que sea para situaciones de varietales específicos.
Las diferentes voces
Desde San Juan, el presidente de la Asociación de Viñateros Independientes, Juan José Ramos manifestó: "Están importando vino para tratar de bajar el precio de la uva tinta. Tenemos una importación masiva. Han entrado 40 millones de litros de vino" y agregó "Nunca en la historia vitivinícola de San Juan había ingresado vino a granel como ahora. Esto es un daño enorme a la actividad principal de San Juan"
En Mendoza el diputado Mansur (UCR) propuso diferentes medidas para desalentar la importación y de esta manera proteger el precio de la presente cosecha, algunas de ellas se pusieron en marcha pero hasta el momento no se consiguieron los resultados esperados y ahora propone con un proyecto de ley que presentó junto al diputado Parisi (FpV) un proyecto que contempla excluir de todo beneficio y/o compensación establecida o que se establezca en el Marco del Tratado Mendoza – San Juan, aprobado por Ley 6216, para tener por cumplida la pauta diversificadora, a todos los establecimientos vitivinícolas que realicen importaciones de vinos a la Provincia. En el artículo 2 del proyecto se contempla que: Los establecimientos vitivinícolas que hayan realizado importaciones de vino deberán cumplir la pauta diversificadora exclusivamente con la elaboración de mostos.
En Tierras del Este el director ejecutivo del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, Mauro Sosa publicó en ARNDiario: “La Paradoja Vitivinícola” La política de diversificación de la producción de uvas, vigente desde hace 21 años y expresada en el acuerdo Mendoza-San Juan, ha ingresado en un momento de consecuencias y se revela a través de una paradoja: mantener y justificar dicha política mientras se consiente la importación de vinos.
Lo que queda por ver
Cabe hacer otras consideraciones a raíz del vino importado. Descontando el componente de especulación de las empresas que importan vinos, quienes se justifican diciendo “que no hay stock” y “los precios argentinos subieron demasiado en el traslado”, en el primer caso no parece ser así en tanto las proyecciones de stock al 1/6/2017 según el INV es de 4 meses de despacho y en el segundo caso, es discutible que se entiende por precios que subieron demasiado; a $ 11.15 el litro de vino tinto genérico pagado al productor (s/BCM) sobre un litro de vino tinto en tetra brik a $ 42, la participación en precio final al consumidor sería de alrededor del 26%; lo mínimo.
Aquellas consideraciones están vinculadas a:
Diversificación: los litros de vinos importados ¿cómo se consideran en relación a la diversificación de uvas?
¿“pagan la multa” al fondo vitivinícola por ese vino elaborado en otro país?;
¿ese litro de vino importado paga la contribución de COVIAR como vino elaborado?;
si el vino importado de Chile es exportado desde Argentina hacia otros destinos, ¿puede considerarse ese volumen de vino exportado como incentivo a las exportaciones para la próxima cosecha?
A pesar de la baja producción de uvas que se espera, el productor/elaborador tiene la posibilidad de cierta rentabilidad en las uvas tintas y vino de color. La importación de vino atenta contra esta oportunidad.